1. Siempre me calentaron los viejos (final)


    Fecha: 04/10/2018, Categorías: Gays Dominación Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Así preparado para el empalamiento les oí discutir sobre quién sería el primero y decidieron que sería según la primera letra de sus nombres… Entonces, primero el señor Antonio, después don Benito y por último don Ernesto, al que escuché quejarse de su mala suerte… -Esperen… -le escuché decir a don Benito y después explicó que iría a su cuarto por el pote de vaselina… Volvió muy pronto y le alcanzó el pote al señor Antonio… Segundos después las manos de don Benito y de don Ernesto entreabrieron mis nalgas para despejarle el camino al señor Antonio, que me la metió brutalmente, de un solo envión… ¡Ay, que dolor sentí!... Grité y los tres se rieron cruelmente mientras yo sentía que mis pobres nalgas podían estallar en mil pedazos de un momento a otro… Como un tonto empecé a corcovear pensando ingenuamente que así podría deshacerme de ese ariete cárneo que me torturaba… Claro que no lo conseguí, porque el señor Antonio me sujeto firmemente por las caderas y siguió bombeando aceleradamente y con violencia mientras yo sentía, asombrado, que en mí afloraba un costado masoquista que poco a poco fue haciéndome disfrutar de ese sádico maltrato… Por fin mi violador se corrió con varios chorros de semen caliente que fueron a dar al fondo de mi pobre culo… Sin concederme ni siquiera la más breve pausa me asaltó don Benito, que por suerte me cogió muy bien, metiéndome su verga despacio hasta enterrarla hasta los huevos… Después de ese dolor inicial que siempre siento cuando me ...
    ... penetran llegó el placer, un placer tan intenso como lo había sido ese dolor… Mis gemidos se mezclaban con el jadeo del viejo, que complementaba el ir y venir de su verga con chirlos en mis nalgas, haciéndome sentir un goce exquisito… ”¡Ay, que no termine nunca!”, pensaba yo… Pero terminó y una vez que tuve en el interior de mi culo el semen de don Benito le tocó el turno a don Ernesto, que antes de penetrarme dijo: -Oiga, donde Benito, con esos chirlos usted me hizo recordar que a este putito le gusta que le peguen, así que propongo que después le demos una buena zurra… Al oírlo no puede contenerme y exclamé: -¡Ay, sí… Ellos rieron y don Benito me dijo: -Te dejaremos las nalgas rojas como tomates, Jorgito… ¡Ya verás!... –y semejante promesa me puso muy, muy caliente… Y así de caliente mi culo engulló la verga de don Ernesto… ¡Qué goce sentí con ese rabo que entraba bien profundo una y otra vez hasta que me soltó varios chorros de semen y yo caí de rodillas, estremecido de la cabeza a los pies… Me hubiera masturbado ahí mismo, echado en el piso, pero eso era imposible… No sé cuántos minutos pasaron hasta que don Ernesto me tomó de un brazo y me puso de pie violentamente, para después arrastrarme hasta el cuarto de don Benito… Yo un poco me asusté, porque los veía más exaltados de lo habitual… No sabía que me tenían reservada una sorpresa… Cuando estuvimos en el cuarto don Ernesto me ordenó que me arrodillara junto al borde de la cama y me inclinara hasta apoyar el pecho sobre el ...
«12»