Filmando a Ana con un extraño - Relatos Eróticos

Filmando a Ana con un extraño

Lo habíamos conocido esa misma noche; un rato antes en el bar del hotel.Ana se había entusiasmado con la perspectiva de que ese tipo la cogiera mientras yo filmaba todo lo que se le antojara hacerle a mi sensual esposa.Lentamente abrió la puerta de su habitación; le cedió el paso y observé que, al hacerlo, la empujaba con la palma de su mano apoyada en las redondas nalgas de Anita.Ella se volvió hacia él y le sonrió. Además lo devoró con esa mirada matadora; saboreando de antemano el placer que ese tipo iba a darle…El morbo se estaba apoderando de mí. Veía a mi sensual esposa lista para ser cogida y disfrutada por un perfecto desconocido y eso me calentaba mal; al punto de sentir ya mi verga totalmente alzada y endurecida.Era una sensación indescriptible; algo así como un dolor en la boca del estómago que subía lentamente y al mismo tiempo me endurecía la pija...También quería salir corriendo de allí con mi esposa en brazos; quería evitar a toda costa entregársela a un extraño para que la disfrutara a su antojo. Pero por el contrario, no solo iba a prepararla para él; sino que, además, iba a filmar todo lo que ese tipo le hiciera a ella…Cerré la puerta tras de mí y los seguí al interior de la habitación.El flaco la enlazó por la cintura y buscó sus labios delineados en rojo. Los encontró abiertos y anhelantes, mientras que su voluptuoso cuerpo se pegaba al de él, sin sentir ninguna culpa ni pudor por mi presencia allí...Sus enormes manos apresaron la delicada cintura de mi ...

... mujercita y de repente su vestido de noche cayó al suelo, arrebujado a sus tobillos. El flaco la soltó por unos breves instantes y se desvistió en un mínimo lapso de tiempo. Ambos quedaron desnudos, abrazados y comiéndose las bocas profundamente, casi con desesperación.El flaco la hizo girar de espaldas a él y flexionó sus rodillas, haciéndole sentir su gruesa y dura verga apoyándose entre sus delicadas nalgas.Ana giró su cabeza para mirarme, al mismo tiempo que aceptaba esa verga, acomodando su depilada vulva para recibirla entre sus muslos todavía apretados…Se frotó suavemente contra ella, dedicándome una sonrisa muy sensual…Un hilo de líquido seminal marcaba los lugares en donde esa verga iba rozando, dejando un rastro brillante, que yo seguía con la cámara.Las firmes tetas de Ana rozaban contra su torso y sus manos recorrían ansiosamente la ancha espalda de ese desconocido, llegando hasta sus glúteos. Los aferró con desesperación y lo jaló hacia ella…Sus pelos púbicos rozaban los delicados labios vaginales y yo podía ver su piel erizada completamente; estaba gozando plenamente de aquel contacto que apenas era solamente un preludio del placer que vendría después.Las pesadas manos del tipo separaron los firmes glúteos de Ana y enseguida enterró uno de sus dedos a fondo en el apretado ano de ella.Entonces Ana levantó los brazos hundiendo la sedosa lengua en su boca y tuvo su primer orgasmo. Tembló aferrándose a él y sus piernas se doblaron. Los fuertes brazos del hombre la ...