Nuestra luna de miel (I)
Fecha: 06/10/2018,
Categorías:
Primera Vez
Voyerismo
Autor: templaria 37, Fuente: CuentoRelatos
... nos podría reconocer fácilmente, y su acción fue para mí como una orden a acercarme al balcón y asomarme, di unos pasos cortos primero contoneándome en búsqueda de su deseo y al llegar a la baranda brevemente me asome y al ver turistas en la playa me alcanzo a dar miedo de que me vieran y muy disimuladamente me voltee hacia él para quedar de espaldas, en el balcón había una pequeña silla. Con voz sensual hice mi petición -“Mi vida… bájame la tanga y regálame esa verga”, le pedí a mi esposo doblando mis rodillas sobre la silla playera quedando en cuatro, posición que le gustaría a Carlos porque desde ahí podría ver mi colita y mi cosita que lo volvía loco; yo sabía que allí ya estaba él salido y muy excitado porque jamás me había escuchado pedirle algo así y menos referirme a su miembro como verga. En las pasadas tres noches la rutina del sexo también había sido la misma. Carlos me preparaba acariciándome y tocándome, luego me desnudaba, jugaba con mi clítoris un rato y cuando yo ya estaba lubricada me penetraba y no me cambiaba de posición hasta que en lo profundo de mi vagina no reposara la primera carga de su esperma. Durante el tiempo que fuimos novios, Carlos fascinado por mi trasero, siempre me lo acariciaba y hasta en algunas ocasiones me daba besitos en mi ano, pero jamás se atrevía a darme la vuelta o pedirme que lo dejará penetrarme por allí y no se cansaba de repetirme que mi colita era única. Cuando estaba en la Universidad me di cuenta que mi cuerpo atraía ...
... miradas. Mi juvenil cuerpo reflejaba la dedicación a la gimnasia la cual practique cuando niña y después deje, Luego en la universidad complementaba mis estudios dedicando tiempo al gimnasio donde hacia ejercicios cardiovasculares y trataba de mantenerme en forma. Mis 1.63 m de estatura contrastaban con mi busto pequeño y mi colita redonda y paradita que atraían la atención de mis amigos y compañeros de estudio. A pesar de que mis senos eran muy pequeños, mi trasero era por supuesto de su interés y me molestaba mucho que miraran mi culo como un objeto sexual. Luego de terminar mis estudios, hace dos meses empecé a trabajar en una firma y allí mi jefe y el dueño de la compañía ya me acosaban pensando estúpidamente que algún día me llevarían a la cama. Era muy obvio su interés por tener mi trasero solo para sus vergas. Mi fidelidad con Carlos seguía vigente y no estaba dispuesta a engañarlo y mucho menos ahora que estábamos casados, pues desde que lo conocí solo había estado con él, fue el primero y ahora sería el único. Voltee a mirar y vi como él se bajaba su pantaloneta dejando su verga lista. Mis palabras generaban un efecto erótico y yo estaba suelta usando fraseos que jamás me había escucho pronunciar, -“Anoche te viniste muy rápido corazón… por eso quiero que me des duro Carlos... Quiero sentirte, quiero ver tu verga bien adentro de mí, dámela toda!!”, le dije a mi esposo terminándome de acomodar sobre la silla; En ese instante llena de placer y deseo por ser penetrada y con la ...