Convirtiendo en mi puta a mi vecina madura - Relatos Eróticos

Convirtiendo en mi puta a mi vecina madura

Mi nombre es Andrés tengo 27 años, soltero y sin hijos. Vivo con mi hermano en un apartamento. Lo que le quiero contar sucedió el año pasado como para el mes de abril. Como les contaba yo vivo en apartamento el cual es de mis padres pero como ellos viven en otra ciudad por eso mi hermano y yo vivimos ahí. Casi toda la vida hemos vivido en ese lugar por esa razón conocemos a todos los vecinos de los demás apartamentos del edificio y si también vive la protagonista de la historia. Ella es mi vecina de un apartamento más arriba del que yo vivo. Ella me conoce desde que yo era un niño pero ella ha sido la dueña de mis fantasías y de mis pajas de adolescente. La describo su nombre es luz es una ama de casa madura de 38 años es de pelo negro, una cara hermosa un cuerpo espectacular, aunque sus pechos no son enormes son bonitos pero lo que más me gusta de ella es su culo es hermoso para tener esa edad tiene un culo muy firme y redondo es hermoso cabe decir que es mi obsesión. La historia comienza un día sábado que yo estaba en mi apartamento descansando eran como las 9 de la mañana y tocaron a la puerta y para mi sorpresa era luz mi vecina y me saludo y me pidió que si le podía ayudar a levantar un televisor pues estaba haciendo aseo en la casa y los hijos no estaban y el esposo estaba en el trabajo por lo cual ella estaba sola y no podía levantar el televisor. Antes debo aclarar que esa mujer siempre me ponía nervioso y aunque yo nunca había intentado decirle nada por miedo a que ...

... me metiera en algún problema evita hacerle cualquier comentario de doble sentido. Yo claro que acepte sin dudarlo. Yo estaba en una sudadera y una camiseta estaba muy deportivo y ella estaba vestida normal tenía una falda gris un poquito más arriba de las rodillas y una camisa blanca se veía muy bien. Yo tomé las llaves y el celular y seguí detrás de ella subimos las escaleras y era inevitable no ver ese hermoso culo subiendo esas escaleras. Cuando llegamos al apartamento ella cerró la puerta y me indicó donde estaba el televisor que por cierto era enorme aún tenía esos televisores antiguos que eran gigantes. En ese momento ella se fue hacia la cocina y yo me quede en mi trabajo intentando mover el televisor. La verdad mover ese aparato me hizo sudar pasaron algunos minutos hasta que pude mover el televisor y dejarlo en el lugar que luz me había indicado. Cuando termine le avise que había terminado y ella me dijo que fuera a la cocina para que tomara limonada no lo dude ningún minuto y me dirigí hacia la cocina y cuando la vi estaba de espalda preparando la limonada, se le marcaba ese hermoso culo. Ella me volteo a ver y me dijo inocente gracias Andrés necesitaba un hombre para que me ayudara a mover eso porque yo sola no habría podido. Decir esas palabras fue como prender un bombillo en mí y me puse a mil. Luz me dio la limonada y yo la tome y la bebí y luz siguió de espaldas lavando algunos platos. En ese momento tenía un dilema en mi cabeza y era si salía de ese lugar lo ...