Sin consentimiento
Fecha: 08/10/2018,
Categorías:
No Consentido
Sexo en Grupo
Autor: Craso, Fuente: CuentoRelatos
... pasamontañas eran muy ajustados y estaban reforzados por la parte de los ojos, lo que impedía ver absolutamente. Uno de los tipos me subió el pasamontañas destapándome los ojos para que pudiese ver la escena A metro y medio de mí habían puesto a mi esposa de rodillas, estaba completamente inmóvil y llorando, uno de los tíos se sacó la poya y le dijo a mi mujer que empezara a comérsela, ella alargó los brazos sin saber dónde agarrar, se notaba que no veía absolutamente nada, el tipo que le ordenó que le comiese la poya le acercó las manos a su tranca, mi mujer agarrándola fuertemente acercó la boca y comenzó a tragarse aquel tremendo cipote. Otro se acercó por detrás de mi mujer y cogiéndole de las caderas la aupó para ponerla en pie, ella quedó de pie con el tronco doblado y agarrada a la cintura del tipo al que le estaba mamando el cipote, el que la aupó, tras bajarle las mallas y las bragas le agarro por las caderas y le introdujo de golpe su enorme poyón de unos veinte centímetros por el coño, mi mujer se sacó un instante el poyón que tenía dentro de la boca y soltó un pequeño grito, el que se puso a follársela empezó a decir “que coñito más bueno tiene la jodía, está estrechito como a mí me gustan, se nota que no se mete nunca una buena tranca como esta”, todo mientras le daba una follada tremenda metiendo y sacando su enorme poya en toda su longitud y con mucha rapidez. Los cuatro se estuvieron intercambiando durante un buen rato en el que me pareció que todos ellos ...
... penetraron varias veces el coño y la boca de mi mujer, ella debía creer que yo también tenía cubierta la cabeza y que no estaba viendo nada, uno de los tipos se acercó a mi oído y susurrándome me dijo: “parece que a tu mujercita le está gustando, ya no llora y fíjate como mueve el culo empujándolo para que le lleguen las poyas bien dentro”; y era cierto lo que me susurró, un momento después vi como mi mujer tras haber estado moviendo el culo con mucho brío se paró un instante presionando hacia atrás para que le llegase la poya que tenía dentro hasta el fondo, y sacándose la tranca que tenía en la boca la entreabrió y noté como le temblaban las piernas y la mandíbula aguantando para no soltar un gemido, estaba teniendo un orgasmo y no quería jadear ni gemir seguramente para que yo no me percatase de lo que le estaba sucediendo, el que se la follaba se dio cuenta y empezó a acelerar el movimiento diciéndole: “chica, grita si quieres, ¿te da vergüenza que tu maridito sepa que te estás corriendo como una zorra?”, entonces ella lanzó un gemido mientras que llegaba el final de un tremendo orgasmo. Yo estaba completamente empalmado contemplando la tremenda follada que le estaban dando a mi mujer, y estaba seguro de que a pesar de que aquello era una violación ella estaba disfrutando de esas monumentales poyas como una auténtica zorra. No sé si por miedo y obediencia a sus violadores o porque le estaba gustando, pero cada vez que le plantaban una poya en los labios mi mujer se ponía a ...