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Mis Primeras Mamadas
Fecha: 09/10/2018, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
De mi añorado pueblo tropical salí casi huyendo por mi aspecto feminoide hacia la capital, tenía 15 años y en la ciudad acabé de estudiar la secundaria. Los compañeros decían que era mujer por mis pechitos, mi esbelta cintura y mis caderas de hembra, y como me manoseaban y no sentían más que mi monte de Venus, ahí fue donde me bautizaron con el nombre de Carla en lugar de Carlos que por cierto me gustó más. Y con todo que no me atraían los hombres me empezó a gustar sentirme y ser tratada como mujer. Mido 1.65 soy morena clara de nariz recta (griega), grandes ojos oscuros y risueños, mis mejillas están bien delineadas, soy totalmente lampiño, mis hombros son estrechos como de mujer y no tengo lo que dicen "manzana" de Adán, y hasta parece que me extrajeron una costilla por lo que mi forma es más femenil, además de tener una voz grave y seductora. Los anteriores atributos me hicieron tener varios pretendientes y como no le hacía caso a ninguno, un día unos alumnos de tercero (4) me encerraron en el baño y me bajaron el pantalón y los calzones y al verme sin pito (ocultos) ni huevos no dudaron en que era mujer y me pusieron a cuatro patas para dedearme y ...
... chuparme el culo, luego me hincaron y se sacaron sus pijas para que les mamara hasta que uno a uno se vaciaron en mi boca, en seguida querían penetrarme por atrás pero como quise gritar me abofetearon, pero hubo uno que salió en mi defensa y ya no me culearon. Las primeras mamadas de mi vida claro que no me gustaron, pero me gustó cómo me defendió el Kalin como le decían al chico, y para no seguir siendo abusada me hice novia de él. Kalin es de tez cobriza y pelo crespo por decir casi "de color", de nariz chata y boca chica aunque labios gruesos carnosos, tiene ojos vivaces, y que les digo de su cuerpo pues medía 1.72 y de musculatura oriental con un pitote de 16 Cm dormido y 23 parado, por lo que enamoré perdidamente de él, y como me respetó mucho no me exigió sexo y por mi propia voluntad le di el culo, pero esa es otra historia. Con un poco de estrógenos, mi clítoris de un Cm. en disfunción erectil se redujo a medio Cm. y del grueso de un lápiz, por lo que las licras y calzas me tallan perfectamente, y me siento dichosa con esa reducción que oculta absolutamente mi "clítoris", ya que cada vez que me siento a orinar siento como más rico tener panochita.
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