La bruja de mi mamá
Fecha: 09/10/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... listo hijo? - sí, má. - Discúlpame por gritarte ayer, de que te estabas tocando tu pájaro, si quieres lo puedes hacer cuando quieras. ¿Crees que se te pueda para tu pajarito otra vez, mi vida?. ¿ó como le podemos hacer? - ¿Y si me dejas. - No me dejo terminar, le iba a decir que me dejara sentármela, o por lo menos que me dejara jugar con sus pompas un ratito, eso seguro haría que se me parara. De hecho ya me comenzaba a excitar, pero. - Ah ya sé!!, ya sé!!, a ti te gusta ver las chichis de las mujeres, verdad?, no me digas que no, te voy a dejar que veas las mías pero por un ratito, eh. Ayúdame a quitarme el brasier. No podía creerlo ya estaba como ido de este mundo, empece a perder las fuerzas, y es que a pesar de nunca pensé en ver los senos de mi madre la verdad si me gustaba verlos en las revistas de lencería o ver de reojo el busto de mis maestras, era una experiencia totalmente nueva. Comencé a temblar, la voz se me fue por completo cuando empecé a desabrochar su brasier. - Mira, mi amor, (decía mientras se cubría los pechos con su brazo) te los voy a enseñar, pero solo hoy y es para que ya se me quite este dolor que ya no aguanto desde hace tiempo. Recuerda que no le tienes que decir a nadie lo que hacemos, esto solo es entre tu y yo y nadie se tiene que enterar, ni tus amigos, ni tus abuelitos. bla, bla, bla. - Nunca me sermoneaba tanto - Si má, yo te juro que no le digo a nadie - ya tenía ganas de ver sus pechos. - Bueno velos. - Por fin había quitado el brazo, me ...
... quería desmayar en cuanto los vi, sus pezones me empezaron a hipnotizar, eran unas chichis muy bonitas. No me podía mover, hasta que mi madre con su mano comenzó a palpar mi pene, estaba comprobando que estuviera ya excitado. - Échale hijo, rápido! - Abrió sus labios y comencé fornicarla. - Ay, ay, ay!!. se siente bien bonito, má!!, eres muy bonita. - AY HIJO, NUNCA ME HABÍAS DICHO ESO!!. vente aquí con tu mamá y méteme tu pájaro. - sí mamá! Así continuo la penetración entre jadeos y gritos de mi madre, pero otra vez se me volvió a poner flácida mi verguita. Sentía una gran impotencia a pesar de mi edad. - Mamá. disculpame, esque ya me cansé - No te preocupes, ya vamos a apurarnos, mi vida. Al parecer desde hace minutos que mi mama estaba complacida, porque me lo dijo con la voz ajitada, tumbada en la cama, con una sonrizota y la vista perdida en el infinito. La ayude a vestir, salimos juntos, me abrazó, me dio un vesito en la mejilla y nos dirigimos a la tienda. - Ay como te quiero, condenadote! - Yo también má. Oye, má deveras ¿y el frijol donde lo tiraste? - Ay, deberaaaass!!!. como soy tonta!!!. bueno no te preocupes, lo tendremos que sacar algún día, si no hoy en la noche otra vez, o mañana que regreses de la escuela, ¿sale? - bueno. Y así pase gran parte de mi infancia, anudándole a mi madre en el tratamiento del dolor de su estomago, asistir a la escuela, apretarnos a mi compañera junto con el gordo de mi amigo, pero solo hasta que termino el año escolar, después ya no ...