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La seducción de mi esposa
Fecha: 10/10/2018, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... botella de buen vino y nos sentamos en el salón. Me aseguré de sentarme en el único sillón de manera que obligué a Susana a compartir el sofá con Carlos. Susana al principio estaba tiesa y reservada, pero después de unos vasos de vino y de las encantadoras bromas de Carlos se relajó. Se nos despertó el apetito y Susana fue a la cocina a preparar unos bocadillos. Carlos me sonrió y se fue tras de ella, sabía yo que empezaría su ofensiva. Me sentí lánguido de lo excitado. Me forcé a contar lentamente hasta cien. Inconsistente sobre mis piernas me asomé por la pared a la cocina. Carlos tenía a Susana contra el fregadero y la besaba mientras le acariciaba los pechos. Ella se defendió un poco pero su resistencia se desvaneció pronto. Él le desabotonó rápidamente la parte superior del vestido y le liberó los senos del sostén. Susana echó la cabeza hacia atrás mientras Carlos le acariciaba y chupaba las tetas. En eso ella me vio observándolos y empujó a Carlos. Yo me regresé al salón y Carlos vino molesto a reclamarme que le estaba poniendo trabas a su estilo. Susana regresó de la cocina evitando mirarme. Ya había arreglado su ropa, pero en la prisa no abotonó correctamente su vestido. Carlos le señaló que el atuendo estaba mal abrochado y le dijo que se lo arreglaría. Se paró junto a ella, pero en lugar de arreglarle la ropa en un instante le desabotonó el vestido hasta la cintura y se lo bajó de los hombros y le desabrochó el sostén. Mientras sus pechos saltaron libres con sus ...
... pezones erectos el corazón me latía con tal fuerza que pensé que me desmayaría. Susana parecía estar en trance, sus ojos estaban vidriosos y podía escuchar resollar escandalosamente su aliento a través de las fosas nasales. Ella se sentó lívida y silenciosa mientras Carlos agasajaba y jalaba sus pezones. Me asombraba que él pudiera continuar con la conversación que teníamos antes de que ellos se fueran a la cocina. Continuamos platicando como si nada pasara y Carlos continuaba festejando los pechos de Susana. Nunca había estado tan excitado en mi vida mientras veía a mi esposa desnuda hasta la cintura, recostada en el sofá y aceptando las caricias de Carlos sin protestar. Finalmente Carlos desabotonó totalmente el vestido de Susana. Fue humillante e intrigante ver a Susana levantarse del sofá para que Carlos le bajara las pantaletas. Volteó él a verme y me hizo ver que su vulva estaba empapada y me preguntó si yo creía que ella quisiera coger con él. Yo estaba sin habla, hipnotizado por los chillidos y empujones de Susana contra la mano de Carlos que la estaba metiendo el dedo en la concha. Él la tomó entonces de la mano y la llevó a la recámara. Susana vio hacia mí e intercambiamos miradas de profunda comunicación y yo sentí que nos comprendíamos perfectamente uno al otro. Después de unos minutos mi corazón dejó de galopar y me desvestí y me acerqué al cuarto. Susana estaba acostada de espaldas con sus piernas muy abiertas para Carlos que arrodillado frente a ella acariciaba su ...