Una noche de prostituta
Fecha: 12/10/2018,
Categorías:
Grandes Relatos,
Confesiones
Autor: ClauMar, Fuente: CuentoRelatos
... aceptar, por el auto parecía un tipo de muy buena posición. Realmente estaba muy excitada, valía la pena la espera, iba a encamarme con alguien mucho más que apetecible. E- Siempre andas por acá? C- No es mi primera vez E- Como te llamas C- Claudia, ¿y vos? E- Eduardo El hotel estaba en la esquina, por lo que me había dicho Vero no debía ir a otro por seguridad, pero entramos a otro que estaba en la otra esquina y que parecía de mejor nivel entramos con el auto y me bajé en el estacionamiento, mientras él cerraba el auto lo observé detenidamente, era alto como de 1,80 m., mucho más lindo de lo que me pareció al subirme, bien vestido y con ropa de alto costo. Se fue acercando a mí, yo estaba sumamente excitada, me tomó suavemente por la cintura y empezamos a caminar, acercó su boca a la mía y me dio un pequeño beso en los labios. Yo tomé su cintura, mi mano temblaba, sentía un nerviosismo sólo comparable a mi primera vez, pero a diferencia de aquella vez mi excitación era total. Debimos esperar a que terminen de arreglar la habitación, él me tenía en sus brazos y yo estaba apoyada contra s pecho mirándolo, mientras nos íbamos conociendo, nos besábamos dándonos pequeños chupones, Eduardo, era divorciado, 39 años y tenía una hija de 15 años. Entramos a la habitación cuando esta quedo terminada, quedé contra la puerta, puse mis manos en su cuello y puso las suyas bajo mi pollera, sujetó mis nalgas con fuerza pero las acariciaba con mucha suavidad, mi cuerpo se estremeció, sus ...
... labios sellaron los míos y un prolongado beso se extendió durante un par de minutos. Luego caminé hacia la cama, previamente me quité la campera y la deje sobre un sillón, me senté en la cama y crucé mis piernas como para que las viese en toda su plenitud, él se acercó hacía mi muy lentamente, el deseo se veía reflejado en su rostro y yo deseaba como pocas veces tener a ese bombón entre mis brazos. Cuando se acercó yo me deje caer sobre la cama, él fue depositando el suyo a un costado del mío al tiempo que decía: E- Claudia sos muy dulce e increíblemente hermosa Sus labios se depositaron sobre los míos, en ese momento nos unimos en la vorágine de la pasión, nuestras bocas y nuestras lenguas se unieron en la locura, sus manos suavemente se depositaron en mis piernas y comenzaron a subir por ellas, el placer, la excitación y la calentura comenzó a adueñarse de mí. El deseo era incontrolable, sus manos llegaron a mi diminuta bombacha, recorrió con su mano la raya de mi concha, yo sentía que mi cuerpo le pertenecía, que deseaba ser suya... luego de varias caricias su mano abandono esa parte de mi cuerpo, su boca continuaba besándome, excitándome cada vez más y sentí sus manos recorriendo mi cintura, mi vientre, mientras notaba como él iba subiendo mi remera a medida que iba incursionando en mí. Luego su boca dejó mis labios, su cuerpo se acomodó y entonces mientras me iba acariciando sentí sus labios en mi tórax con besos, chupones, lamidas, y sentí como mi remera abandonaba mi ...