La muchacha
Fecha: 13/10/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: axel, Fuente: CuentoRelatos
... avalanchas orgásmicas ya comenzaban a poseerme lujuriosamente. Norka atrapó mi verga con una mano comenzando una masturbación implacable mientras con la otra cosquilleaba mis huevos, y en medio de sus carcajadas y mis alocados alaridos y gritos de locura... mi descarga de sémen saltando por mi verga, era como un interminable géiser de blanquísima crema que Norka me hacía saltar pajiándome sin lástima ninguna, haciéndome acabar en una acabada contínua que largaba yo un continuo chijetazo cremoso que iba a dar allá abajo luego de hacer por el aire una comba en esa parábola seminífera saltándome verga afuera. Mis gritos, gemidos, alaridos y suspiros, se entremezclaban con aquellas risotadas de Norka. Sin que ella me lo ordenase... mi lengua comenzó a lamer su planta sudada...La expresión de placer de esa muchacha... fue total. Luego de ese inmediato orgasmo y ésa mi acabada bestial, sucedió esa pausa en mi excitación, que creí... iría a ser acompañada por una inmediata "piedad" en ella, que entonces -pansé yo-, iría a dejarme libre. ¡Que equivocado estaba!!! Norka, con una risita por demás cochina... tenía otros planes. Continuó así apresándome debajo de ella, y esperó a que mi naturaleza, otra vez volviese a mi estado de excitación imponente. Yo, sintiendo ya lo que podría venir, me desesperaba suplicándole piedad. Sus respuestas: risas, carcajadas, y morisquetas. Una y otra vez aquéllo se repetía, y poseído me ...
... iba dejando, en una rara y desconcertante sensación de loco placer masoquista, disfrutando en aquella cosa, donde era su objeto, juguete y esclavo... insipiente. Para completar la dominación quitó de su delantal el cinturón que rodeaba su hermosa cintura, y, con él...amarró mis manos a mis espaldas! Ahora, me tenía también... maniatado! Entonces... ¡comenzó a follarme! Acomodó mejor mi cuerpo sin sacarlo todavía de debajo de la reja mis piernas, y acomodándose sobre mí, comenzó a cabalgarme follándome a las risas. Yo... gozaba. Sí: ¡gozaba! Sus inmensas tetazas se bamboleaban viéndolas yo en ese cabalgar follante donde así me tenía, y aquéllo, iba como sumergiéndome en una avasallante caravana de sentires donde iba entregándome como "domado" a ella. Ya demasiado explícita ésa mi manera de sentir, Norka... decidió, -ahora sí-... "liberarme". Liberarme, cuando, en realidad... me había atrapado...ya por completo. Comenzó entonces a hacerme llevarla montada sobre mis hombros haciéndome así andar con ella completamente desnudo y por toda la casa paseándola, y era como la muestra ésa, de haber quedado yo "domado" por ella. De ahí en más... le pertenecí por completo. Hoy... soy su esposo, y ella... "mi dueña". Mis padres supieron aceptarla, pues mi felicidad siempre fue para ellos, cosa que para mí quisieron. Además, Norka siempre supo tener esa cosa, de saber imponerse con avasallante manera. Vaya si supe yo saberlo!!!