Entrevista con Jennifer, una sexo servidora
Fecha: 13/10/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Primera Vez
Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos
Tengo siempre por ahí algunas amigas con beneficios, pero en ocasiones, así como los planetas se alinean, de vez en cuando por alguna razón, motivo o circunstancias, ninguna está disponible y es cuando me asalta la idea de contactar a alguna chica de compañía y experimentar algo diferente a lo usual. Aquel día después de algunos diez días sin actividad, contacto a mi amigo José y es él quien me hace llegar un enlace y esa misma tarde llamo. Gracias a que menciono el nombre de mi amigo José, ese protocolo de seguridad se me hace más fácil a mí, y en minutos recibo un correo electrónico con fotografías de las chicas disponibles y los servicios que proveen. Cada una tiene un perfil de lo que hacen, de lo que les gusta y de lo que no están disponibles hacer. Entre ellas aparece una chica con el nombre de Jennifer, a quien la agencia promociona como una de sus más recientes adquisiciones y su precio por una noche completa es de $1500.00. Me gusta, pero tengo una duda, en la sección donde especifica si el sexo anal es disponible, no hay una respuesta definitiva, solo aparece un signo de interrogación. Jennifer es una chica que casi pellizca los 19 años, de 115 lbs. de peso, un metro y 64 centímetros de altura. Muestra un escultural cuerpo en ropa íntima, usa un arete que me gusta como se le mira en la nariz, pero lo que me llama la atención además de ese bello rostro oriental que tiene, es su cabello oscuro que le cubre buena parte de su trasero. En sus fotografías usa su cabello ...
... para cubrir en algo sus pechos, que tienen una simetría redonda y que según su perfil, son de una talla 34C. Sin tener la certeza que ese culito está disponible para poderlo gozar, tomo la decisión de llamarle y concertar una cita con ella. Quedamos en vernos en un restaurante a las 6 de la tarde. En la plática me dio opciones de cómo quisiera que ella fuera vestida y qué tipo de lencería me gustaba, y solo me limité a decirle que me sorprendiera, que tenía la seguridad de que no importara lo que vistiera, ella se vería sensacional. Apareció con un vestido de una sola pieza de una tonalidad de color oro y algunos relieves en negro. La falda por sobre las rodillas y se le podía ver esas bonitas piernas que tiene y le sobresalía ese hermoso trasero que en ese momento era tan solo un signo de interrogación en su disponibilidad. Ella me reconoció a la misma vez que yo lo hice, pues el protocolo de seguridad me obligaba a enviarle dos fotos. Escogí este restaurante italiano por una sencilla razón, tiene algunas mesas bastante privadas como si de una pequeña sala de comedor se tratara, pues por aquí me encontraba con potenciales empleados o cuando quería tener una reunión confidencial con algún empleado. Jennifer me saludó con un beso en la mejía, como si viejos amigos fuéramos y se sentó a la par mía a pesar que la mesa era amplia y la cual es diseñada para 6 personas. Fue ella quien comenzó la plática con una obvia observación: - ¡Es usted alto! - ¿Te parezco alto? Solo mido 6 ...