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Cena en el bar de la esquina
Fecha: 10/10/2017, Categorías: Sexo en Grupo Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Esa noche había sugerido a Anita que cenáramos afuera. Ella se mostró muy complacida por no tener que cocinar ni lavar los platos y comentó que su amiga Helena le había recomendado una especie de bar-restaurant que estaba situado en la misma esquina de nuestro edificio.La cena estuvo excelente y tanto Ana como yo nos dedicamos a degustar unas copas de buen vino. En un momento me sentí algo mareado y por eso le dije a mi dulce esposa que iría hasta el baño a refrescarme la cara.Ana había bebido también mucho más de la cuenta; pero no parecía estar afectada por el exceso de alcohol. Apenas sus bellos ojos estaban un poco más brillantes de lo habitual y parecía algo somnolienta...Tardé un buen rato en el baño, pero no pude quitarme de encima esa odiosa modorra y pesadez que me había provocado ese excelente vino.Al salir del baño y entrar al salón principal, pude ver que Ana se levantaba de su asiento; pero en vez de caminar erguida, se cayó casi de bruces sobre una mesa vecina, que estaba vacía.El dueño del local salió de detrás de la barra para asistir a mi esposa. Junto a él solamente había otros tres hombres; los únicos clientes que habían quedado a esa hora en un día de semana.Yo me detuve todavía algo mareado y me apoyé en una pared; viendo que en ese momento los hombres alzaban a mi esposa y la conducían casi desmayada a la trastienda. Decidí seguirlos para ver qué pasaba con Ana.El dueño volvió sobre sus pasos; cerró la puerta del local desde adentro y apagó algunas ...
... luces, colgando además el cartel de “cerrado”. Luego me ayudó a moverme desde la pared donde yo estaba apoyado y me condujo a la trastienda; para que no me perdiera ningún detalle del espectáculo que estaba por comenzar…En la trastienda, los otros tres hombres habían acostado a mi esposa de espaldas sobre una pesada mesa de algarrobo. Uno de ellos tomó el ruedo de su vestido y lo subió hasta casi el cuello de Ana; dejando ver a los demás las turgentes y firmes tetas de mi delicada esposa. Ella se debatió un poco, pero la sujetaron con más firmeza y entonces dejó de resistirse…Yo contemplaba toda la escena como si estuviera alucinado; sin saber qué hacer. Los vahos de alcohol en mi cabeza no me permitían razonar…Pude ver que Anita reaccionaba gimiendo y pateando débilmente en el aire.Le separaron los muslos y uno de los tipos se ubicó entre ellos.Sin perder tiempo le apartó a un lado la diminuta tanga de seda negra, dejando al descubierto su hermosa vulva, húmeda, sonrosada y apenas cubierta por una fina línea de vello púbico.El hombre situado entre los muslos de Ana se bajó los pantalones, dejando ver un tremendo pedazo de pija ya bien endurecida y erecta…Entonces de repente, caí en la cuenta de que esos tipos iban a cogerse a mi mujercita allí mismo delante de mí; sin pedirme permiso y sin esperar que yo hiciera algo por evitarlo…El primer hombre comenzó a restregar su verga erecta sobre la vulva de Anita, abriéndole muy suavemente los humedecidos labios vaginales. Finalmente ...