Historias de oficina -18-
Fecha: 14/10/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Danuss, Fuente: CuentoRelatos
... la mesa, pero michael adivino mis intenciones y me detuvo dándome un fuerte golpe en la mano. —no discutas – dijo tomando el arma – necesito que escolten a mariza a uno de los autos de forma inmediata – ordeno enojado a través del handies. ** Lo mire con mucha bronca cosa que no pasó desapercibida para él, con un fuerte golpe tire la bandeja al suelo desparramando los panqueques que se mezclaron con el café ya derramado. —supongo que seguís enojada – dijo mirando al suelo con una mirada tranquila, aunque se podía apreciar cierta tristeza en ella – pero ¿sabes qué? Hubo un momento de mi vida en el que le hubiera rezado a todos los dioses y santos que me dijeran si eso fuese necesario para conseguir algo como lo que acabas de tirar al suelo. Su respuesta había conseguido ablandarme, haciéndome sentir una clase de niña estúpida, conocía la niñez que tuvo, no podía ser tan desconsiderada ante un detalle tan tierno como ese. —michael… lo siento, no sé qué me paso. —descuida, supongo que me lo merezco por haberte lastimado Su tan tenue mirada distaba mucho de aquellos ojos rebeldes y desafiantes que conocí por primera vez. Parecía que los sentimientos guardados dentro de su corazón afloraban poco a poco mientras más tiempo pasaba a mi lado. Me ayudo a limpiar el enchastre en que se había convertido la cocina. —lo lamento muchísimo, de verdad – comencé decidiendo apenas terminamos, todo su trabajo había terminado en el suelo. —ya te dije que no te preocupes. —creo que tu corazón te ...
... jugo una mala pasada conmigo – respondí recuperando la sonrisa. —¿mi corazón? … ¿piensas…? ¿piensas que me pasa algo con vos? —¿te gusto michael? — ¿qué? Por supuesto que no – soltó estallando en carcajadas – lamento derrumbar su teoría mi querida srta. Márquez. No puedo negar que siento algo por vos, pero definitivamente no es amor, tal vez curiosidad. Tenemos algunas cosas en común. —¿cómo qué? — ambos somos huérfanos. Mis pensamientos empezaron a revolotear alterados ante la respuesta de michael ¿cuánto sabia realmente? —¿sabes sobre eso? – asintió – ¿sabes del viaje que hice con mis amigas? – volvió a asentir. —lo sé todo – un nudo se formó en mi garganta mientras sentía como mi cara enrojecía – tranquilízate, todo estaba bien, estas a salvo conmigo. Permanecí mirando el brillo de sus ojos, su sonrisa seguía como siempre presente, nunca había dudado de sus contactos, pero…. ¿sabía absolutamente todo? Me sentía tan expuesta, tan pequeña, pero de alguna manera segura, como siempre. —¿podemos hablar con tranquilidad acá? —claro que si —¿no hay cámaras ni micrófonos cierto? —no, no te preocupes - realmente no tenía idea si todo estaba tan lleno de cámaras y micrófonos como las industrias vask o no, pero tal vez si víctor escuchaba, aunque sea una parte de la vida de michael podría entender porque era como era. —igualemos las condiciones ¿te parece? Poco tiempo después de terminar mis estudios la sra. Sáenz falleció, realmente no me interesaba absolutamente nada del dinero que ...