1. Amigos de Verano


    Fecha: 15/10/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... dijo voluptuosamente. La tomó con una mano enorme y acercó su boca. Cerré los ojos cuando sentí el sensual roce de sus labios. Le daba besitos a la cabeza mientras movía suavemente la mano arriba y abajo por el cuerpo de mi polla. Sacó la lengua y jugueteó con ella, dibujando circulitos alrededor de la cabeza, luego lamiendo de arriba abajo todo el cuerpo, una y otra vez, mientras apretaba delicadamente mis testículos con su mano. De repente para y abro los ojos. Me mira agudamente y en un instante se mete toda mi polla en la boca, chupando suave y masajeando con su lengua. Nos mirábamos a los ojos y yo le acariciaba el pelo con mi mano, mientras gemía despacio. Cada vez le daba más fuerte, chupaba y chupaba, y yo supe que debía detenerlo. Me comprendió de sólo verme, puesto que mi placer no me dejaba hablar. Se detuvo y me beso en los labios, después de lo cual se acostó de espaldas en la arena y se empezó a sacar el traje de baño. Su larga y ancha polla era bien blanca y se veía hermosa y tan excitante… Se la chupé y lo hice excitar mucho, me pidió que hiciéramos un 69, a lo cual accedí gustoso, y nos comimos mutuamente hasta que vimos que nos acercábamos peligrosamente al final. Nos acostamos uno al lado del otro de espaldas en la arena, cada uno tomó la polla del otro con una mano, y empezamos a pajearnos a toda velocidad. Los dos gemíamos por lo bajo con los ojos cerrados, y en cuestión de segundos llegamos al pico de placer: ...
    ... acabamos juntos, temblando de placer mientras nuestro esperma volaba por el aire y se amalgamaba a los gemidos de goce y placer extremos. Nos giramos y miramos cara a cara y, desnudos los dos acostados en la arena, nos abrazamos y besamos tiernamente. El aferraba fuerte mis nalgas con sus poderosas manos, y me estrujaba suavemente, mientras se reía al besar. Me dijo que quería ponérmela. Por toda respuesta lo besé y me puse en cuatro, mientras él se arrodillaba detrás de mí. Entonces lo sentí, sentí como su gran verga me penetraba suave y lentamente, lo sentía ir despacio, con trabajo, pero profundo… entraba en mí con su larga polla como con su mirada de jade. La metió toda y no pude ahogar un gemido de dolor y placer. Permaneció allí unos segundos, saboreando el momento. Luego retrocedió y sentí como mi cuerpo pedía a gritos que volviera a entrar con cada centímetro que Julián dejaba. Me preguntó si me gustaba, y le dije casi sin aliento que sí, que lo volviera a hacer. Acercó su cara y me beso el cuello, y luego comenzó otra vez, ahora más fácil y rápido… mmm, cada vez más rápido, más fuerte, más intenso. Comenzó a gemir de placer, y yo gozaba indeciblemente cada vez que sus bolas se sacudían y golpeaban lascivamente las mías… Súbitamente, y acompañada de un gemido de intensísimo placer, Julián la sacó y acabó en mi espalda. Caímos juntos otra vez, y retozamos juntos en la arena, de cara a las estrellas, únicas testigos de nuestro juego carnal. 
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