1. Culito de borracho, no tiene dueño Parte 2


    Fecha: 15/10/2018, Categorías: Gays Autor: sirpepe, Fuente: SexoSinTabues

    ... mi miembro flácido, que de vez en cuando daba saltitos como queriendo revivir. -No, wey. No se mamar. -Eso se puede arreglar. Alberto, se bajó de golpe hasta estar en cuclillas ante mi pubis. Luego, sin que me lo esperara (O tal vez sí) agarró mi pene flácido con su mano tibia y la hizo para arriba, apuntando a mi ombligo, para luego darle un lametón a mis huevos. Luego se metió uno de mis huevos velludos a la boca y comenzó a mamármelo. -¡Oh! ¡Weeey!- Gemía yo, mientras cerraba los ojos, dejando que Alberto continuara su trabajo oral. Sus labios pasaban de un huevo a otro, rosando su piel con mi piel. Seguramente, él ya sentía como mi miembro se empezaba a endurecer en su mano debido a su buen trabajo. Cuando notó que mi verga agarro un tamaño considerable (Pero no estaba del todo erecta) se la metió toda a la boca. Hasta que mis vellos púbicos tocaron su cara. -¡No mames, wey, no mames!- gritaba yo al sentir como su lengua jugaba con la cabecita de mi pito. Así duró un ratito la mamada hasta que mi miembro tomo su máximo tamaño dentro de la boca de Alberto. No podía creer que hace apenas unos minutos, tenía mi verga dentro de un culo, y ahora la tenía dentro de una boca. ¡No la dejaban descansar! Alberto parecía pulpo, con sus manos libres y mientras me daba la mamada, comenzó a tocar mi cuerpo. Pasaba sus rasposas manos por mi vientre y por mis nalgas, rosando de vez en cuando mi culo. Tengo que admitir que no tenía tanto culo, pero bueno, comparado con el culo de Joshua a ...
    ... quien me habia tirado hace un rato, nadie tenía buen culo. Miraba hacia debajo de vez en cuando, y me topaba con la cabellera rubia y lacia de Alberto, quien de vez en cuando me volteaba a ver y se comía mi polla completa. Cuando sus labios llegaban hasta mi vello púbico, el me miraba y me guiñaba el ojo. Yo solo gemía. El wey sí que era bueno para mamar. De pronto comenzó a succionar mi polla como si chupara una paleta de hielo. Succionaba con tanta fuerza, que pronto comencé a sentir la sensación de correrme una vez más. -¡No mames wey, me vengo, me vengo! Pero a pesar de mis advertencias Alberto no cedió y continúo mamando más fuerte, ahora solamente la puntita de mi verga mientras que con una de sus manos me masturbaba con fuerza. Entonces disparé mi semen dentro de la boca de Alberto. Unos siete chorros fueron a parar en la lengua y garganta de mi mamador. Yo coloque mis brazos tras la nuca, y deje que el terminará de limpiar mi polla exprimida. Ya llevaba dos corridas en pocos minutos, y ambas fueron fenomenales. Apenas cuando terminé noté a Alberto masturbarse con vigor. Fue entonces cuando se puso de pie y comenzó a masturbarse con fuerza apuntando a mi pene flácido y mis pelotas. Yo le ayude y comencé a masajearle los testículos levemente, con mi otra mano jugueteaba con la mata de vello púbico rubio que estaba sobre su miembro. Alberto explotó y lanzó sus chorros de leche tibia en mi pene y mis bolas, los cuales se pintaron de blanco rápidamente. Duro unos segundos ...