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Escuchar es un arte.
Fecha: 15/10/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Desde ese instante me intereso esa rubia de ojos azules que comence a verle mas para poder llegar mas cerca a ella. La comence a tratar mas y mas para ganar confianza en ella. Pense que tal vez era una persona arisca, pero no era asi...Amanda era una persona muy interesante que brindaba algo para uno poder hablar con ella que al final me hice amigo de ella. Que cuerpo de rubia, con una cadera que me daba la impresion de ver ver su cintura en la forma de una cuchara de te. Amanda no sabia que le quedaba mirando por atras para apreciar mejor esas nalgas que alimentaban mi mente y poder imaginar que la hacía mia. Recuerdo que llegaba un dia con un pantalon de licra donde toda la papaya frentuda/panocha/ se apreciaba que tuvo que sacarse su camisa metida dentro de su pantalon para taparse lo que todos los del genero opuesto ya la estaban viendo con ojos de deseos salvajes. Ese dia la calor estaba insoportable donde mi mesa, en la parte de abajo, mantengo un ventilador para refrescar mi area de trabajo cuando de la nada aparecia Amanda y se posaba ahi en esa mesa para darse aire ahi en medio de sus piernas...al principio no entendia el por qué de su presencia en mi mesa y al verme, ella inicio lo que yo habia venido buscando...una puerta para hablar de intimidad y sus derivados. Mire su vientre arrecostado en la orilla de mi mesa de trabajo y ella me decia al ver mi expresion "La tengo caliente" ella se referia a su panocha y yo quede corto sin palabras que me hubiera gustado ...
... preguntarle si queria que yo se la soplara pero la idea fue retardada y me iba bajo la mesa para tomar el ventilador y ponerlo directo a su bollo. Lo hacía con intencion para poder ver esa cosa que me dejaba maravillado y al salir de bajo de la mesa le decia a ella lo lindo que tenia ahi en medio de sus piernas "La tienes grande Amanda" le decia a ella. Me senti muy nervioso cuando se lo estaba diciendo. Sus ojos azules penetraban en los mas profundo de mi ser y solo me respondio con sonrisa picara que sentia bien rico el aire del ventilador. Nunca le vi un gesto de incomodidad en su persona, por el contrario, mire que le gustaba lo que decia de ella. Tomo unos papeles de trabajo y se retiraba diciendome que regresaria mas tarde para seguir refrescandose en mi ventilador. Dos horas mas tarde ella regresaba a mi mesa de trabajo y con un poco de mas confianza ella haciía lo mismo que la vez anterior. Aproveche decirle de manera pausada que ella me la habia parado cuando habia llegado por primera vez a mi mesa. Miro la cremallera de mi pantalon y luego volteo su mirada a mis ojos para preguntar si continuaba con la berga parada. Los dos estabamos al pendiente de las gentes a nuestro entorno para que nadie se pudiese enterar de lo nuestro y ella volvia con su mirada a la cremallera de mi pantalon y me dijo que no miraba nada de extraño en mi pantalon y explique por qué ella no podia ver nada de mi y al saber lo que yo había hecho me pidio que se lo mostrara. Hicimos como si estabamos ...