La guarra lasciva y morbosa de la web porno
Fecha: 18/10/2018,
Categorías:
Confesiones
Anal
Autor: tanga_de_tarzan, Fuente: CuentoRelatos
... guarra! — vitoreé lascivamente — ¡Enseguida, bandido! — clamó NataliaNatalia se quitó lenta y lascivamente el sostén mientras miraba con vicio desmedido y enorme a mi rabo que ya parecía un gancho de acero enriquecido— solo quiero darte placer, zorra — manifesté lascivamente Me despojé del procaz y sexy tanga lenta y libidinosamente mientras la puerca de Natalia babeaba por engullir mi rabo — Te voy a meter la polla hasta que salga por tu cerebro, zorra — aseguré depravada y muy viciosamenteLa sucia de Natalia me hizo una cubana con sus tetazas tan enormes que me hacía gemir — Eso es todo lo que hay, te enlefaré todo lo que desees, puerca — bramé libidinosamente. Después de hacerme esta lasciva paja, empezó a engullir mi rabo como una cerda poseída, pues hacía tiempo que no tenía una verga tan dura y tan gorda como la mía dentro de su bocaza de fulana desmedida— ¡uff!, ¡agh!, ¡agh!, ¡ah!, ¡ugh!, ¡uuhm!, ¡agh!, ¡agh!, ¡ah! — gemía yo — ¡chock!, ¡sluurrp!, ¡slap!, ¡slurp!, ¡Chlok!. ¡Chuik! — lamía Natalia sin parar — ¡chupa rabo, cerda!, ¡toma polla, puta! — bramaba yo todo lujurioso— ¡slurp!, ¡Chlok!. ¡Chuik!, ¡sluurrp!, ¡slap!, ¡slurp! — engullía Natalia mi rabo Yo miraba alucinado como esta vulgar y chabacana fulana de Natalia tragaba y engullía mi duro rabo, pues tanta necesidad tenía que parecía que jamás la hubieren follado a lo bestia — ¡traga, puta!, ¡traga guarra! — ordenaba yo alucinadoLa ramera barata de Natalia no paraba de saborear, recrearse y deleitarse con mi ...
... duro rabo en su bocaza hasta que la pedí que me hiciera correr de puto vicio pues yo advertía que estaba casi a punto de enlefarla— ¡vamos, zorra, ¡casi estoy a punto!, ¡sigue puta! — ordenaba depravadamente Yo tenía un brutal y violento calentón, pues sentía que podría pegarle un brutal polvo, pues antes de salir me había tomado dos estimulantes para darla mas ración de rabo. — ¡sigue, puta!, ¡sigue guarra! — exigí libidinosamente La indecente Natalia, sacó mi estupenda verga toda pringada en saliva de su bocaza y volvió a hacerme una espléndida y magnífica cubana obscena con sus soberbias y admirables tetazas de fulana desbocada hasta que eyaculé en una excelente y majestuosa corrida que la pringué bien con mi cremosa lefa de macho semental— ¡que bien me has hecho correr, cerda! — exterioricé viciosamente —¡ahora me darás mas, ¿no cabrón? — inquirió Natalia super caliente— ¡si puerca, si!, ¡te voy a dar mas rabo, guarra! — hablé taxativamente Mientras me había estado pajeando Natalia con sus tetazas y bocaza de furcia libidinosa, habían explotado y reventado sus humores y mil secreciones vaginales y tenía una lujuria que la hacía estar fuera de si. —¡cabrón!, ¡cabronazo!, ¡clavamela ya! — gritaba Natalia lujuriosa— ¡te voy a apuñalar con mi rabo carnal, zorra! — provoqué lascivamente Mientras follábamos como dos impúdicos y libertinos seres en celo, nuestros cuerpos se reflejaban en los espejos con lasciva obscenidad y vicioso libertinaje y parecía que estábamos dentro de una ...