1. Sexperiencias oficina


    Fecha: 18/10/2018, Categorías: Lesbianas Autor: eviann, Fuente: xHamster

    ... beso suave e intenso. No puedo explicar el placer que experimenté en eses momento, fue hermoso, ningún hombre me había besado como ella lo hacía.-Eres tan hermosa, Olivia...y tan joven.-Como la muchacha del boliche gay que te follaste.-Sí, pero tú eres más linda.Su mano fue bajando por mi cuello, sus labios también, me besaba allí y eso me enloquecía. Su mano siguió descendiendo hasta posarse sobre mi seno izquierdo y comenzar a frotarlo sobre la camisa. Mis suspiros fueron en aumento. Romina desabotonó mi camisa sin dejar de besarme, me la quitó y la tiró al suelo, besó la piel de mis senos que asomaba de las tazas de mi sostén, comencé a gemí y ya no aguantaba más.-¿Quieres que te quite el sostén, mi vida?Pareció leer mi mente. Asentí con la cabeza, me sentí liberada cuando mis senos estuvieron al aire y el sostén fue a hacerle compañía a la camisa en el suelo.-Mira estas tetas, que belleza...Romina masajeaba mis tetas. ¡Oh, que bello fue eso! Pero yo quería más...-Chúpalas.-Tus deseos son órdenes, preciosa.Su boca se tragó una de mis tetas, no son muy grandes pero ella había dicho que eran una belleza, y las chupó y las lamió, mamaba mis pezones que se pusieron erectos y mis tetas duras como piedras. Yo sólo podía gemir de placer y rogarle que continuara, se sentía tan rico, no quería que parara de chuparme las tetas.El peso de su cuerpo me hizo acostar en el sofá, se apoyó encima de mí, y así siguió ocupándose de mis tetas por un par de minutos, hasta que comenzó a ...
    ... bajar por mi abdomen, lamiéndome con su lengua, se detuvo un poco en el ombligo y me hizo cosquillas. Siguió bajando y se detuvo al llegar al borde de mi falda. Elevó la cabeza, nos entendimos con solo una mirada, comencé a reír mientras me bajaba el cierre y me quitaba la falda haciendo fuerza porque era un poco ajustada. La falda tuvo el mismo destino que mi camisa y el sostén.Romina besó y acarició mis piernas, mis rodillas, mis muslos, se detuvo al llegar a los glúteos, y posó su mano sobre mi braguita. Ese solo contacto me hizo humedecer muchísimo, como si estuviese orinando.-Mi amor, que mojadita que estás.-Sí...Estoy mojada por ti.-¡Que honor!Levantó un poco la tela de la braguita con sus dedos, apoyó la nariz en mi bajo vientre, me olfateó.-Mmmmhhh...Huele delicioso.Su lengua lamió apenas por debajo de la braguita, me excité y me mojé más. Me quitó la braguita despacitito, y yo elevé mis caderas para que lo hiciera más fácilmente. Otra prenda mía en el suelo. Romina separó mis piernas con delicadeza, metió su cabeza entre ellas, a pocos centímetros de mi húmedo y completamente rasurado coñito.-Vaya, hasta tu coño es bello.Con sus dedos lo frotó suavemente y un fuerte gemido salió de mi boca, y también jugos de mi coñito. Romina se llevó los dedos empapados en mis jugos a la boca y se los chupó.-¡Mmmmmhhh! ¡Que delicia!Ya no aguanté más.-Chúpame el coño.Fue más una orden que un ruego, estaba desesperada. Romina no perdió tiempo en responder con palabras, volvió a meter su ...