1. Mis memorias - Tercer capítulo


    Fecha: 11/10/2017, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Dinamujermadura, Fuente: CuentoRelatos

    Hola muy buenas queridos lectores hoy quiero continuar con el tercer relato de mis memorias. Continuaron las festividades decembrinas y en la casa la época de la navidad se celebra todos los años estaban ya todas mis hermanas las mayores con sus novios. Yo después de estar con don Augusto no volví a tener novios en el pueblo, me parecían tan idiotas todos los jóvenes del lugar. Entonces andaba sola eso me daba más libertad y a pesar de que fueron varios los que me halagaban con sus piropos a ninguno le hacía caso. Al otro día entonces Amanda me dijo. —¿Que primita vamos a buscar diversión? —listo primis nos vamos para el hotel haber que encontramos. Risas. Y así nos arreglamos y avisamos que nos íbamos para el hotel. Salimos en el camino nos entretuvimos mirando vitrinas Y nos compramos un helado cada una. Al pasar por uno de los sitios en donde la gente se reúne a tomar y que sus mesas están sobre el andén, dos caballeros se nos quedaron mirando como embelesados o idiotizados. Que es lo mismo, de seguro nos siguieron pero nosotras ni cuenta nos dimos el todo fue que nos los encontramos en el hotel cuando estábamos en la piscina, yo ya estaba sentada en una de las butacas aplicándome el bloqueador cuando Amanda me dice: — ¿Mira quienes están por acá? Y voltee a mirar disimuladamente y hay los vi, estaban entrando a la piscina con sus bermudas y sus chanclas lo que los delataba que eran de la capital. Al pasar por el frente de nosotras uno nos voltio a mirar y con el codo ...
    ... golpeo a su amigo y algo le debió de decir por qué ambos voltearon a mirarnos. Los caballeros no estaban mal yo les puse más o menos unos treinta y algo de edad. Y al parecer estaban solos. Nos miramos con Amanda y le comente: —Al parecer están solitos ¿tú qué crees? —Parece que si primita. Seguimos asoleando nuestros cuerpos al cabo de un rato. Me pille que otro caballero que estaba con su mujer no dejaba de mirarnos. Dos chiquillos de 10 y 12 años eran sus hijos. Amanda ya se lo había pateado de hace rato estaban mandándose miradas entre los dos y yo ni cuenta me había dado. Al querer contarle ella me dijo - Y por qué crees que está mirando, si yo hace rato estoy coqueteándole, esta como para paco. Risas. —Pero esta con la mujer. —Ha eso deja y veras. Si me devolvió mis coqueteos es presa fácil. Entonces paso el mesero y le pedimos dos cervezas. Cuando las trajo y al querer pagar él se retiró, yo le pregunte: —Hey espere y le pago. Levantándome del butaco, pero él me dijo: — No se preocupen que ya están pagas. —¿Si y eso por quién? —Por los caballeros que están en la mesa del fondo. Voltee a mirar y allí estaban los getiabiertos de la avenida, quienes al ver que yo los volteaba a mirar levantaron sus cervezas y brindaron, yo también se las levante y con una sonrisa les di las gracias. Amanda tenía el sol en contra por lo cual no los alcanzaba a divisar. Me senté nuevamente estirando mis brazos hacia la espalda cuando los veo que se nos acercan, mi prima acostada y todo vio que ...
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