1. La fantasia de maria (segun da parte)


    Fecha: 19/10/2018, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... salvajes. Pero ahora os contaré mi primera historia con Marcela. Cuando la conocí quedé impresionada por su sensualidad, no pareciera que bajo esos rasgos femeninos se ocultarse el pasado de lo que una vez llegó a ser un chico. Conservando, como más tarde descubrí la belleza de un sexo de varón. Desde el primer momento no dejamos de intercambiarnos miradas lascivas y pasionales. Me chorreaba ante sus insinuaciones o al imaginármela desnuda. En un principio nuestros primeros contactos fuero telefónicos o a través de internet. Donde me masturbaba manteníamos largas conversaciones cargadas de sexo o bien descargándome las fotografías que ella me enviaba en provocativas poses donde aparecía desnuda o practicando el sexo con Dani. Una tarde decidimos vernos en mi casa y romper con lo que era un juego, pues ambas sabíamos lo que deseábamos y era absurdo ocultarlo. Pero mi ansiedad aumentaba a medida que Marcela comenzó a demorarse. Me sentí traicionada, rota, frustrada…Incluso mi estado pasional fue sustituido por un enorme sentimiento de odio hacia ella. No me podía imaginar cómo una mujer supuestamente “liberada pudiera actuar así. Sin embargo, cuando ya nada esperaba., llamaron a la puerta. Era Marcela. Te juro lector que me sentí culpable por haberla maldecido. Afortunadamente los únicos testigos fueron las paredes, las cuales incluso deseé que no existieran. -Lo siento, cielo, dijo totalmente acalorada, pero se me jodió el coche y no pude comunicarme contigo. - No importa, le ...
    ... dije, pero ya estás aquí y eso es lo que importa. ¿Quieres tomar algo?- Le pregunte. Y Tras mirarla a los ojos la besé en la boca -¿Pero que es eso niña? - Marcela, creo que ambas sabemos lo que queremos, ya basta de juegos infantiles, creo que ya somos adultas para que me calientes y después tus juegos no conduzcan a nada, yo quiero algo más... - y por qué nos demoramos. -dijo con rotundidad. -Ven –le dije- Nos dimos cuenta de que ambas teníamos un deseo sexual irresistible la una por la otra y de hacernos el amor de una forma libre y bella Y tomándola de la mano nos dirigimos hacia mi habitación. Allí destapamos la cama. Había una botella de vino, velas encendidas y música suave. Estábamos completamente vestidas. Ella estaba hermosa con su vestido de temporada estival y la escasa luz de la habitación aumentaba su sensualidad. Yo vestía un top del que sobresalían mis abultados y grandes pechos y una diminuta tanga. En la cama empezamos a besarnos. Mis labios buscaban su lengua succionándola y ambas nos besábamos con un deseo que en ningún momento había sido reprimido., Mientras su lengua recorría mi cuello, yo le susurraba cosas sensuales al ido: -quiero que me folles toda la noche hasta que saques toda tu leche… Entonces empezamos a desnudarnos la una a la otra lentamente: Me gustan tus tetas, María…. – Decía mientras sin pausas mordía y chupaba mis pezones, lo hacía pausadamente, disfrutando y haciéndome disfrutar a mí con cada mamada. Ven –dije- Y dirigiéndonos al cuarto ...