Continuación de la comida de la oficina. - Relatos Eróticos

Continuación de la comida de la oficina.

... como solo ella sabe. Uff. Yo cerraba los ojos y pasaban por mi mente las imágenes de mi esposa cogiendo con Toño, me la estaba mamando con una intensidad como nunca, pues mi glande traspasaba su garganta y sus anginas me hacían una paja, no la sacaba de su boca ni un segundo, un momento después sentí que me iba a venir, se lo advertí a Gaby pero solo sirvió para que me la mamara más fuerte, cerraba los ojos y corría la película porno de mi esposa y Toño cogiendo con todo, ¡me empecé venir!!! Y mi esposa no dejaba de mamar con todas sus ganas. Uff. Era el paraíso, de su boca no se escapaba ni una gota y seguía pegada mamando con todo, hay un punto en que pasas del paraíso al infierno, pues sientes que se te salen los riñones y te mueres de ganas de orinar, entonces la aparté y salí corriendo al baño. Cuando salí del baño me la encontré sentada en la orilla del sillón sin tanga, con dos dedos dentro de su vagina que se movían rápidamente, se estaba masturbando con los ojos cerrados pensando seguramente en la verga de Toño, yo no quería hacer ruido solo abrió los ojos y me susurró; cógeme Papi estoy muy caliente ya me voy a venir, cerro de nuevo los ojos. Le pregunté mientras le acariciaba las tetas, ¿te gustaría que ahora Toño te la metiera hasta el fondo?. La respuesta fue instantánea mi mujer empezó a gritar con un orgasmo tremendo que le vino, sus dedos hacían círculos en su clítoris y luego entraban y salían a toda velocidad, las nalgas se le convulsionaban. Jadeaba a todo ...

... volumen, así duró más de tres minutos. Que bárbara me dejó muy sorprendido. Al día siguiente salimos de compras por los regalos que nos faltaban y algunas cosas para la cena de Navidad. El 24 por la noche teníamos casa llena pues estaban los padres de Gaby sus hermanas y cuñados, los niños corrían por todos lados, Gaby lucía preciosa con un vestido rojo tinto entallado con un buen escote y cortito, los cuñados le estuvieron echando flores todo el tiempo la sacaban a bailar, pienso que se le alborotaron las feromonas a mi mujer y traía a todos los señores locos por las miradas que le echaban, en eso sonó el timbre de la calle, salió mi suegra a abrir la puerta, me llamó te buscan. cual sería mi sorpresa que era mi amigo Antonio con una bolsa de papel en su mano de una tienda muy cara. Pasa, pasa Toño que sorpresa que gusto que viniste, le grité a mi esposa ¡Mira quien está aquí!!! Gaby se quedó petrificada por un momento, pero Toño de inmediato le planto un beso en la mejilla que la hizo estremecerse, lo invito a pasar a la sala donde lo presentaba con todo el mundo mientras yo le servía una cuba a mi amigo. Los ojos de los dos destellaban; discretamente mi amigo le daba una repasada con su vista a todo el cuerpo de mi señora. Toño le entrego a mi mujer la bolsa de papel con dos regalos y nos dijo; son un detalle para ustedes con mucho cariño espero les gusten. ¡Muchas gracias! para que te molestaste le decía mi mujer, Antonio terminó su cuba y de inmediato le serví otra bien ...