1. Un negro entre mis piernas


    Fecha: 23/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Sexo Interracial Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... pija negra enorme; absolutamente enorme y ya bastante endurecida, que brincó al encuentro de mi cara…Abrí mis labios al máximo y con un leve envión de mi cabeza, me la tragué casi hasta la mitad. Luego comencé a mamársela despacio y el mulato me tomó por la nuca, haciéndome tragar su verga casi por completo…Esa pija era algo irresistible. Se la mamé y chupé; le mordí la punta y deslicé mi lengua todo a lo largo de ese magnífico tronco de ébano…Después de verla tan endurecida, finalmente le supliqué que me la metiera bien adentro; que me clavara sin piedad con esa espada negra. Terminé sollozando, suplicándole que me cogiera allí mismo, de pie contra la puerta.El moreno sonrió y me levantó en vilo por la cintura. Yo separé mis muslos y él me hizo descender sobre la cabeza de su tremenda verga. Comencé a sentir que esa carne endurecida pugnaba por entrar entre mis humedecidos labios vaginales…Entonces se impulsó hacia arriba, al mismo tiempo que me dejaba caer sobre su verga. Me empaló con suavidad, pero de un solo movimiento.Pensé que aquel pedazo de carne me destrozaría la vagina; que la penetración me dolería mucho, pero era tal mi calentura y tan intensa mi lubricación que su pija negra entró dentro de mi cuerpo sin problema.Podía sentir aquella anaconda oscura deslizarse contra las paredes de mi ahora dilatada y chorreante vagina, socavándome al máximo.Me abrió de par en par, me cogió sin piedad, casi con brutalidad, bombeándome allí de pie, mientras mi cuerpo rebotaba ...
    ... sobre su tremenda verga negra. Yo estaba totalmente empalada, con mis piernas colgando, sujetada por las nalgas y ensartada hasta el fondo por ese hermoso negro.Mis manos se sujetaban a su grueso cuello y mis piernas se entrelazaban por detrás de su cintura. Me sentía a su entera merced, subiendo y bajando sobre su endurecida pija, que me bombeaba cada vez con mayor intensidad, dejándome todo el tiempo al borde del orgasmo.Lloré y grité de placer. Fui escandalosamente ruidosa; ya no me importaba que mis vecinos pudieran oírme coger como una perra a los gritos, contra la puerta de entrada, sabiendo casi todos ellos que mi marido estaba de viaje.Finalmente acabamos al mismo tiempo. Para el mulato fue el primero, pero fue coincidente con el quinto de mis intensos orgasmos…Sentí que su verga se vaciaba dentro de mi cuerpo, llenándome de semen hirviente. Entonces, así ensartada como estaba sobre su verga, el negro me llevó a la cama y allí continuamos una segunda vuelta…Al anochecer me desmayé de cansancio y muy relajada; para despertarme con los primeros rayos del sol. Mi amante de ébano yacía acostado a mi lado, con los ojos cerrados y una especie de sonrisa en sus labios…Me puse a acariciar su verga hasta que finalmente se despertó. Me acarició el cuerpo, hasta terminar metiendo sus dedos en mi concha, que se mojó al instante. Entonces me hizo girar boca abajo y me clavó desde atrás.Me bombeó salvajemente durante un buen rato, hasta que yo le pedí cambiar de posición. Se acostó ...