1. nov-11-88


    Fecha: 23/10/2018, Categorías: Primera Vez Sexo Interracial Sexo con Maduras Autor: sonidero, Fuente: xHamster

    ... de una vez decirme - No puedes dormir? - Yo solo habia contestado laconicamente un No. Fue entonces, que al calor de la sobreexitacion que me inundaba que me decidí levantar con el pretexto de tomar un poco de agua del buró que estaba junto a su cama, pues yo me había quedado en la mía y ella en la de mi hermano. Me lenavté en calzoncillo, mi pene tenía una enorme erección que lastimaba por entre el calzón. Al estar cerca de ella la escuche balbucear algo, entonces recordé aquellas veces que la llegué a mirar disfrutando del sexo, casi siempre ella encima de un hombre primero con mi padre, ya luego con uno o dos parejas que tuvo, siempre meneandose cadenciosamente y gozando el placer del sexo. Entonces me atreví con cierto miedo a bajarme la truza hasta los pies y me acerqué lentamente hasta su cara, la tenía volteando al lado donde estab yo parado, entonces lentamente le acerqué mi miembro hasta su boca, que primero hizo que repelía. Luego de volverla a tocar con mi trozo ella comenzó a abrir lentamente su boca como perezosamente y yo a ganar terreno cada vez más, entonces comencé a deslizarla hacia dentro y hacia afuera, despacio, pero con mucho temor, ella permanecía con la boca abierta, me acuerdo bien que tiene un pequeño lunar blanco en la comisura de su boca y lo sentí rasparme mientras entraba y salía. Entonces comenzó a mover su lengua restregándome la verga pero sin abrir los ojos, al ver que su respuesta era buena comencé a abrirle su blusón hasta que ...
    ... aparecieron sus dos enormes senos, más grandes que cuando los miré de niño, más fuertes que cuando se los daba a sus amantes, y entonces me acerqué para chuparselos, que digo chupárselos, para succionarlos queriendomelos tragar logrando solo que una parte entrara a mi boca pues la mayor parte de ellos quedaba sin poder caber en mi boca de lo enormes y duros que estaban. para entonces ella se metía mi pito hasta su garganta gemía como yo ya sabía y yo le daba placer parado allí junto a la cama. Entonces comencé a abrirle todo el camizón de dormir hasta el último botón, con desesperación bajé mis manos hasta su sexo, primero acaricié ese monte que ya conocía, negro, cubierto completamente de pelambre negro y enredoso, acariciable, le frote durante algunos segundos su monte pero entonces ella tomó mi manbo y la llevó hacia abajo. Era un volcán ardiente lleno de lava, su sabia brotaba lubricando toda la zona de los labios y al tocarla se estremecia gimiendo y apretando sus labios, levantandose levemente por la espalda. Le bajé toda la pantaleta hasta quedar frente a frente con ese tesoro añorado desde mis días de niño, entronces le comencé a abrir sus piernas, esos ricos chamorros que yo había visto como los disfrutaban otros hombres, la comí a besos, le besé los pelos dell pubis jaloneandolos suevemente con los dientes, hasta llegar a la zona húmeda. Era un hervidero de jugos y truenos, estaba calientísima, solo miraba yo como con sus manos me restregaba para que le lamiera todo, su ...