1. Una casa de locos


    Fecha: 28/10/2018, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: xavimysk, Fuente: CuentoRelatos

    ... Estaba helado, en estado de shock. Sí, ya sé que todos los padres follan y también sé que no seré ni el primero ni el último que los pilla con las manos en la masa, pero de eso a saber que tu madre, que se acerca a los cincuenta años, acaba de comerle la polla a tu padre hasta que este se ha corrido (ves a saber tú como y donde) y encima escucharla seguir exigiendo polla va un trecho. Inmediatamente me embargo un sentimiento de culpabilidad por estar invadiendo su intimidad a escondidas, aunque de forma involuntaria, y sentí la necesidad de llegar a mi habitación lo antes posible. Me arme de valor y avance cruzando por delante de la rendija abierta con la esperanza de pasar desapercibido y continué avanzando por el pasillo algunos pasos más. -Uff, no te preocupes, tú sigue dándome lengua y limpiándomela así de bien y veras como revive- Escuche decir a mi padre. -Más te vale por la cuenta que te trae- Contesto mamá – Mmm, tienes suerte de que me guste tanto tu leche. Volví a quedarme petrificado en medio del pasillo. No sé muy bien cómo explicarlo, pero un sentimiento mezcla de curiosidad y morbo se apodero de mí y muy lentamente di media vuelta y me acerque hasta el borde de la puerta. El corazón me latía fuertemente agolpando sangre en mi cabeza y consiguiendo que mis sienes le siguiesen el ritmo. Allí estaba yo, con todos mis sentidos agudizados y a escasos centímetros de la rendija de la puerta preguntándome si me atrevería a mirar o no. Con miedo de ser descubierto ...
    ... pero sin saber controlar un deseo irrefrenable por ver lo que allí estaba pasando. Rápidamente evalué las posibilidades de ser descubierto y concluí que la forma menos arriesgada de poder mirar era hacerlo desde abajo, de tal forma que las posibilidades de cruzar la mirada con unos de mis padres fuese realmente baja. Me arrodille y muy lentamente, a gatas, me asome durante un segundo por la parte inferior del marco de la puerta para inmediatamente volver a mi escondite y evaluar la situación. No pude ver demasiado, pero con lo visto ya quedé totalmente impresionado. La luz del televisor que estaba situado junto a la puerta iluminaba el interior de la habitación y de forma muy especial el espectacular culo de mi madre que, totalmente desnuda, estaba a cuatro patas y con las piernas ligeramente separadas sobre la cama mientras le realizaba a mi padre lo que a buen seguro era una mamada deliciosa. Mí ángulo de visión solo me dejaba ver poco más que el culo de mi madre y parte de su cuerpo, el resto quedaba tapado por la cama ya que yo estaba mirando prácticamente desde a ras de suelo. Aquella situación tenía su ventaja, no obstante, ya que me permitía asomarme tranquilamente para observar sin el riesgo de ser descubierto. Y así lo hice. Volví asomarme para, esta vez sí, deleitarme tranquilamente observando el tremendo culazo de mamá. La luz de la pantalla iluminaba su piel blanca ofreciéndome todo un espectáculo. Aquello era un culo tremendo, diferente y menos firme que el de las ...
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