1. Papá, Mamá y el Mecánico


    Fecha: 02/11/2018, Categorías: Voyerismo Autor: GusBecker, Fuente: SexoSinTabues

    ... habíamos quedado. - ¡Hola! ¿Ya está terminado? - Si mamita, nunca les miento a las chicas lindas como vos, cuando les prometo algo lo cumplo. - ¡No le diga mamita que no es su mamá! Y tampoco esas cosas feas que le dice cuando pasamos por acá… - ¡Hijo! ¿Qué te dije sobre responder? - No lo retes preciosa, tiene razón, como todo un hombrecito defiende a su mamá. Esta bien que salte así, además me espanta la competencia jajajajajajaja. Para disculparme el arreglo es gratis. - Gracias pero prefiero pagarle, no me gusta deberle nada a nadie. - Pero no me debés, no te cobro para que hagamos las paces y empecemos de cero, como si ahora fuera la primera vez que nos vemos, ¿Te parece?. Hola, me llamo Miguel pero todos me dicen Sandro y él es Bujía mi socio ¿Vos cómo te llamás? (dijo estirándole la mano para saludarla). - Mi nombre es Alicia pero mis amigos me dicen Negra (contestó mamá respondiéndole el saludo con la mano). - ¿Negra sabés manejar o querés que te lo llevo hasta tu casa? - No te molestes, sé manejar. - No es molestia, todo lo contrario, estoy para lo que necesites, tenelo en cuenta… (expresó dándole las llaves del auto). Mamá sin responderle, me abrió la puerta para que me suba y luego acomodándose en el asiento del conductor, le dio arranque al auto y nos fuimos. A partir de ese día, las cosas cambiaron considerablemente, ya no le decía cosas elevadas de tono cunado pasábamos por el taller, sino más bien románticas, como: “Adiós preciosa”, “El día estará nublado ...
    ... pero acaba de llegar el sol”, “Si fueras el Diablo como me gustaría estar en el infierno, preciosa”, “Me gustaría ser aviador, para volar en tus sueños”, etc. Y hasta nos esperaba con facturas, o torta de ricota o pasta frola ofreciéndonos mientras le convidaba un mate a mamá, que gentilmente aceptaba, para después seguir rumbo a mi escuela. De esta forma de a poco el tipo se fue ganando la confianza de ella y las paradas en el taller se hicieron habituales y más largas. A pesar que no me gustaba lo vivía con normalidad, hasta que una mañana, en esas paradas Stop and Go, mamá mientras tomaba un mate, le dijo a Sandro: - El agua esta fría, calentala que dejo al nene y vuelvo… El saber que ella regresaría sola me inquietaba, me preguntaba si anteriormente habría vuelto al taller sin mi compañía. A pesar de ser un buen alumno, ese día no pude concentrarme en el aula, mi mente estaba en otra parte. Mamá para estar de entrecasa y hacer las cosas por el barrio acostumbraba vestir ropa cómoda y holgada como pantalón de gimnasia, alguna remera, zapatillas y buzo si hacia frio, pero cambió la ropa deportiva por prendas que usaba cuando salia con papá o íbamos al centro, tales como polleras, blusas, zapatos de taco alto o sandalias, comenzó a maquillarse antes de salir de casa, perfumarse, pintarse las uñas y hasta ir más seguido a la peluquería. También cambiaron los temas triviales de conversación por temas personales: - Negra vos sos joven ¿Cómo te las arreglas tanto tiempo sin tu ...
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