1. LOS VIAJES DE ALEIDITA SOLITA. 3ª. PARTE.


    Fecha: 05/11/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    una mano se dio con delicadeza a rosar una nalguita de Aleidita, la cual por un momento ella no hizo caso . . . 2º. Relato. “Mi Segundo Viajecito Solita y mi primer cum” Saludos a mis buenos lectores, comunidad y visitantes a la página, vengo con esta tercera parte del relato, el cual está poniéndose cada vez más intenso cuanto a morbo y caliente para quienes lo lean, por lo que espero sea del beneplácito común, paso a darle la escritura siguiente: Ya en plena primavera y con los sofocantes calores de la época, un día después de salir de sus clases Aleidita, fue a la dirección de su escuela a pedimento de la maestra de su grupo, con el fin de pedir autorización, para que la jefa de grupo Aleidita se trasladara a la capital a comprar la requisición de papelería para su salón, por lo que acatando las indicaciones que le daban y después de tener una lista en mano, se retiró a su casa y le comunicó a su madre de la necesidad de ir a buscar un encargo escolar a las papelerías de la capital, ya que eran necesarias para las enseñanzas diarias, por lo que se cambió su uniforme escolar, por ropa de calle, el cual constaba de una blusa de tirantes, los que simulaban el elástico del brasier, una faldita de tablones un poco arriba de sus rodillas, zapatitos de tacón ancho un poco altos y calcetas para salir a la espera del autobús de traslado a la capital, el cual pasó casi al instante, el que abordó para llevarla al lugar indicado. Ya dentro de la unidad de pasaje y cómo era una ...
    ... hora de salida de muchos trabajadores de la construcción que hacían trabajos de reacondicionamiento a un camino rural de ese lugar, la mayor parte iban de pie, ya que los asientos iban ocupados por los primeros en abordar en la terminal, y conforme avanzaba el camión rumbo a la salida de ese lugar, y las paradas continuas para subir pasaje, el cual se iba llenando a su máxima capacidad el interior y tocó a Aleidita ir sujetada en el pasamanos de un asiento casi a la mitad del camión que avanzaba lentamente y un calor sofocante se sentía por la cantidad de personas que en ese momento iban de pasajeros incluyendo a Aleidita, la tarde era calurosa, por lo que era insuficiente el aire que entraba por las ventanillas laterales, pero hacinados todos viajaban a sus destinos. Cuando una mano se dio con delicadeza a rosar una nalguita de Aleidita, la cual por un momento ella no hizo caso, ya que pareciera que era por falta de espacio, y la mano quedó ahí quieta y sin moverse, de momento sentía que esa mano presionaba con el dorso de la misma su maciza carne, por lo que en un movimiento entre la multitud que era rodeada la mano se retiró de su nalguita, para que el dueño de ese tocamiento se diera vuelta a estar a la par de Aleidita, el cual era un hombre de baja estatura oloroso a sudor de su trabajo bajo los rayos del sol, quien le esbozo una sonrisa, la cual fue devuelta por Aleidita de una manera inocente, a medida que avanzaba el autobús, más gente abordaba en el camino y nadie se ...
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