El diario caliente de Marcela (1): Adios Virginidad - Relatos Eróticos

El diario caliente de Marcela (1): Adios Virginidad

Me despido de mi virginidad por un chantaje que disfruto como una loca Hola soy Marcela vivo en Nicaragua con mis padre y mi hermana Sofía. Soy muy delgada, mido 1.57, tengo piel moreno, no tengo mucho culo y mis piernas son muy esbeltas aunque se ven bien al aire libre, pero lo que si realzan son mis grandes pechos que saque de mi madre. Siempre he sido muy abierta en el carácter sexual, pero nunca había tenido sexo hasta la vez en que mi amigo Zac me desvirgo. Era una noche normal mis padre habían salido a cenar y mi hermana salió de fiesta con unas amiga, por lo que la casa estaba disponible para mi completamente eran las 7 pe y se me ocurrió ver una película porno en la computadora así que busque una en internet puse la computadora en una mesa y yo me senté en el sofá de la sala a verla, la película iniciaba directamente con un hombre lamiendo la vagina de una mujer y esta gritaba con un placer que comenzó a calentarme así que lleve mi mano a mi vagina depilada (ya que no me gusta tener vellos) y comencé a masturbarme, estaba muy excitada y en eso escuche que tocaban a la puerta así que cerré la computadora y me baje la falda y prendí rápidamente la tv para disimular. Al abrir la puerta descubrí que era mi amigo Zac y lo invite a pasa a que se sentara en el sofá pequeño, cabe hacer notar que estaba muy agitada por la masturbación lo que parece que el noto y me pregunto: -Estas cansada o que tenes. Yole respondí que era por el calor que hacía, en ese momento yo llevaba ...

... una mini falda y una blusa sin mangas con mucho escote y parece que a él le gusto verme así vestida y me pregunto que estaba viendo, yo dije que una película, pero me puso una cara picara que me incomodo y me pregunto: -Segura que solo eso. -Claro –le respondí. Entonces él vio la computadora laptop la tomo rápido, la abrió y vio lo que estaba, puso un gran sonrisa y me dijo: -Entonces eso es lo que haces cuando estás sola. -Por favor no le digas a nadie por favor -le dije, ya que mis padre son muy religiosos y si se enteraban de esto estaría en graves problemas. Entonces me dijo: -Eso depende de vos. -Voy a hacer lo que me pidas –esas palabra firmaron mi sentencia -Entonces todo lo que yo quiera -Si, lo que me pidas. -Entonces quiero que te dejes hacer lo de la mujer de la película. Oír eso me puso helada as i que le dije que estaba loco que eso nunca, así que me recordó que dije lo que él quisiera. Así que me resigne y me quite mi falda y mi ropa interior, y entonces me dijo: -Acóstate con las piernas abiertas en el sofá. Yo obedecí y abrí bien mis piernas para el así que se acerco a mí se agacho y empezó por lamer con su lengua desde mi pantorrilla hasta casi llegar a mi sexo y luego empezar del otro lado. Cuando termino esto, comenzó a lamer mi vagina comenzó por pasar su lengua encima y luego puso su boca completa en mi sexo, lamia mi clítoris, con su lengua parecía querer penetrarme lo tomaba como si fuera un pedazo de carne que estaba obligado a comer e incluso introducía ...