El diario caliente de Marcela (1): Adios Virginidad - Relatos Eróticos

El diario caliente de Marcela (1): Adios Virginidad

... un par de dedos en mi cavidad y también pasaba su lengua por mi ano al que también penetraba con un par de dedos, en ese momento no lo quise admitir, pero esto me estaba gustando mucho, hacia lo posible para no hacer ruido pero sin querer se escapo un gemido y dijo: -así que te gusta puta. Me sorprendió escuchar eso, pero lo hizo más el hecho que en vez de ofenderme me excitaba aun mas, entonces se puso de pie y dijo que era turno de mi tetas, entonces me quito la camisa y luego el sostén ase quedo viendo y luego en un enorme impulso las agarro con fuerza y comenzó a chupar como un ternero hambriento disfruta de las tetas que ahora era suyas Luego de un momento a otro me dijo que era su momento de disfrutar, así que se bajo el pantalón y vi salir una verga que para tener 14 años era muy gruesa aunque no muy grande, a demás de que nunca había visto una y me quede asustad viendo su enorme palo, pero el rompió el silencio diciendo: -Chúpalo Yo obedecí la orden casi de inmediato y ya me sentía tan excitada que no replique, lo tome entre mis mano y empecé a lamerlo lo mejor que pude tomando en cuenta lo que había visto en videos pornográficos anteriormente en Internet aunque lo hacía torpemente, pero por su cara asumí que le gustaba, estaba tan excitada que tuve un orgasmo mientras se la chupaba, después de unos 10 minutos chupándole la verga me separo y me dijo que me pusiera en 4 en el sofá, yo sabía lo que venía por lo que de inmediato reaccione y le pedí que por favor no que ...

... yo era todavía virgen. Por lo visto no le importo y dijo que además el también lo era, esto me asusto mucho mas ya que no sabía lo que hacía y podía lastimarme, pero me recordó mi promesa y dijo que además el también lo era, esto me asusto mucho más. Yo también lo recordé así que sin repicar me puse en el sofá y me prepare para lo que venía el introdujo unos cuantos dedos para dilatar mi muy estrecha vagina. Los saco y comenzó metiendo su glande con suavidad y lentitud. En ese momento sentía mucho dolor y fue peor cuando toco mi himen, yo voltee a verlo y puso una gran sonrisa, el muy maldito no pensaba tener consideración conmigo, entonces cerré mis ojos y espere cuando sentí di un fuerte empujón que me dolía hasta el alma, mientras me quejaba él empezó un mete y saca que cambio mi dolor por un inmenso placer, a pesar de que mis nalgas son muy pequeñas y con poca carne el las agarraba con las manos como si me las quisiera arrancar y me pegaba con una fuerza tremenda esto me excito a un mas. Esto me produjo empezar a gritar como una perra en celo, decía: -Vamos, vamos dame más duro más duro soy tu perra tu sucia perra. Y el contestaba: -Si perra morbosa, te gusta que te de así -Si partirme a la mitad dame duro, mas fuerte. Entonces tuve otro enorme orgasmo. En eso me la saco y medio la vuelta de modo que quede boca arriba y me la volvió a meter de golpe esta vez me dio con mayor velocidad mientras se inclinaba para chupar mis tetas con enormes ganas incluso nos dábamos besos ...