1. Entregando a Lorena 21


    Fecha: 14/11/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: aristurman, Fuente: xHamster

    ... en la conchita, mientras el chico le rompía el culo cada vez con más ganas.Pronto también Facundo dejó escapar un grito, aferrando a Lorena por las caderas y vaciándose en ese delicado y firme culo. Enseguida se recompuso y se salió, cediéndole el lugar a su amigo.“Este culito necesita que le metan una buena verga grande”. Dijo Nicolás ya ubicado entre las piernas de mi esposa, con su enorme verga también lubricada con gel. De inmediato se impulsó hacia adelante y se la metió en el culo de una embestida, haciéndola gritar de dolor.Ella me miró entre gemidos: “Ay amor, este pendejo la tiene bien gruesa y dura”.Nicolás la tomó por los cabellos y de un tirón la llevó hacia atrás, mientras no dejaba de taladrarle el culo.“A ver, puta, te gusta que te rompa el culo así con mi verga?” Le gritó en la cara.Ella parecía enfebrecida, cerró los ojos y le respondió que le encantaba esa tremenda verga bien dura en el culo.El pibe siguió sodomizándola durante un buen rato, mucho más que su amigo, sin mostrar signos de cansancio.Lorena me hizo un gesto para que ...
    ... me acercara y comenzó a comerse mi verga bien dura. Sus labios succionándola me provocaron que casi acabara enseguida.“Tu mujer es una verdadera puta, por favor, quiero cogerla como se debe coger a una perra así, cada vez que esté en celo” Me pidió Nicolás, en tono demandante.Por supuesto, le respondí que Lorena iba a ser suya cuando fuera necesario.Ella apoyó su cabeza en el suelo y finalmente se entregó a los deseos del chico, que unos segundos después aulló como un lobo estepario y le llenó la cola de semen caliente a mi mujercita.Lorena quedó abatida en el suelo, mientras los dos vecinos se vestían y me agradecían haberles entregado el culo de mi mujercita. Se fueron en silencio.Me recosté junto a ella, que sin abrir los ojos me dijo:“Me encantó que dos pendejos pajeros me rompieran el culo, amor, pero mi concha sigue húmeda y necesita algo más que mis dedos”.“Estarás a la altura de las circunstancias, si???”…Por supuesto, le respondí… aunque no terminaba de entender cuándo saldríamos de esta vorágine sexual que nos tenía tan atrapados a los dos… 
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