1. Emputecida y Sumisa Capitulo 5


    Fecha: 15/11/2018, Categorías: Lesbianas Autor: merchemaria, Fuente: RelatosEróticos

    ... Mientras tanto otra de ellas se abrió de piernas delante de mí, tiró de mi cabeza hacia abajo y me dijo que la comiera el coño. No estaba depilado, luego no era el de Débora. Mi situación es que una me la metía por detrás mientras me comía el coño de la otra. Cómo podía aguantaba las embestidas de mi amante que me follaba sin cuidado alguno, más bien parecía que quería hacerme daño, como desgarrarme el coño. Las embestidas eran cada vez más fuertes y profundas, consiguiendo que finalmente me corriera, corriéndose el coño que tenía en la boca casi al mismo tiempo. Luego repitieron la misma operación pero cambiando los puestos, y ahora en vez de por la vagina me daban por el culo, cosa que me hizo mucho daño ya que el consolador sólo estaba lubricado por mis fluidos vaginales y el mete y saca lo hacía con todas sus ganas. Débora debía estar observándolo todo mientras se masturbaba. Al rato, cuando las dos lesbianas se corrieron (el consolador tenía otro falo por dentro pero más pequeño), me hicieron una doble penetración, con dos consoladores, uno por el culo, el otro por la vagina, nunca había hecho algo así ni con dos hombres, y con dos consoladores de ese tamaño era mucho más doloroso. Me ensartaron sin contemplaciones, pegue un grito de dolor, mientras Devora las animaba diciéndoles que me gustaba. Mientras me embestían Débora se abrió de piernas delante de mi cara ordenándome que le comiera el coño. Daba gusto lamer un coño depilado, no como los de las otras dos tías, ...
    ... que estaban llenos de pelos. Mientras tanto sentía los dos consoladores tocándose por dentro de mis entrañas, en unos 10 minutos ya estaba bastante dilatada, y empecé a gozar. La verdad es que era un objeto de placer total para aquellas 3 mujeres, con mis 3 agujeros dando placer. Después de 20 minutos de mete y saca y varios orgasmos se salieron de mí. Me di cuenta que satisfacer a los hombres es más fácil porque se corren una vez y tardan en recuperarse hasta poder correrse otra, pero las mujeres podemos hacerlo varias veces, por eso estuvieron bombeando hasta que se cansaron. Eran ya las 6 de la mañana, se vistieron dándole la enhorabuena a Débora por el cacho de zorra que tenía como novia, me dieron dos besos en la boca y dijeron que esto había que repetirlo. Debora y yo nos quedamos solas, me encendió un cigarro y me dio un beso, diciendo que estaba orgullosa de mi, me comentó que quería que probara lo que era acostarme con lesbianas tipo marimacho, porque era importante que lo probara todo en estos meses, pero que hasta que acabara el trimestre me las buscaría más femeninas. La verdad es que ahora me gustan las mujeres tanto como los hombres, pero no términos medios, es decir, mujeres como yo, femeninas en su manera de comportarse y vestir, no marimachos. Me iba a duchar antes de irme a casa, pero Debora me dijo que no lo hiciera que quería que me sintiera sucia cuando llegara, y que después del todo, no había restos de semen en mi cuerpo. Recogí la ropa del suelo y me ...
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