1. Emputecida y Sumisa Capitulo 5


    Fecha: 15/11/2018, Categorías: Lesbianas Autor: merchemaria, Fuente: RelatosEróticos

    ... vestí. Cogí el coche y me fui hacia casa, ya se me había pasado la borrachera, aunque estaba terriblemente cansada y dolorida por mis zonas íntimas, me encendí un cigarro cuando estaba llegando y miré el reloj, eran las 7 de la mañana, saqué el móvil del bolso y tenía 6 llamadas perdidas de Fernando. Desde luego como Fernando me estuviera esperando despierto si ese día no me mandaba a la mierda no lo haría nunca. Cuando llegué estaba amaneciendo, aparqué el coche y me miré al espejo del parasol, la verdad es que mi cara era un poema, todo el maquillaje corrido, y unas ojeras como nunca había tenido. Mi aliento olía a tabaco y whisky, por no hablar de lo que no se veía. Como Fernando me viera así montaría en cólera. Entré en casa intentando no hacer ruido, pero era difícil con los tacones que llevaba, de repente se encendió la luz, y allí estaba Fernando, en pijama y con una cara de cabreo como no había visto nunca. Sin mediar palabra me propinó una hostia con ida y vuelta, mientras me decía que era una zorra de lo peor, yo estaba groggy y no atinaba a decir nada, pero la verdad es que tenía razón, con la cara que llevaba, y la vestimenta de guarra de baja estofa, no tenía disculpa. Gritaba que no entendía como una mujer podía cambiar tanto en tan poco tiempo (estábamos a primeros de marzo y había conocido a Rubén en septiembre) y que si era una puta, que me iba a joder como a tal. Me arrancó la blusa y me rompió el sujetador, los pantalones, me los quitó poniendome a 4 ...
    ... patas y el tirando desde detrás, no era fácil quitarlos al ser tan ajustados, por último las bragas las rompió por un lado y me las quitó. Se quitó la parte de abajo del pijama y el calzoncillo y me la clavó directamente por detrás en la vagina, cambiándose al rato al culo. Mientras bombeaba me seguía insultando llamándome chupa pollas, puta y cosas así. No paraba de azotarme y pellizcar el trasero con la palma de la mano, de vez en cuando me pellizcaba también los pezones, yo intentaba resistirme pero me tenía bien cogida. Se corrió abundantemente en mi adolorido culo, demasiado sexo del duro en esa noche, a pesar de cómo me trató tuve un orgasmo. El se dio cuenta y me dijo que era tan guarra que incluso me corría cuando me insultaban y maltrataban. Entonces me giró poniéndome de rodillas dejando su polla a la altura de mi boca, me dijo que se la limpiara con la lengua, que era algo que se me daba muy bien. Cuando acabé dejándola inmaculada, me propinó otra hostia que me partió el labio, empujándome luego contra el suelo del salón quedándome allí tirada, con los ruidos el niño se asustó y se puso a llorar. Mirándome con desprecio y asco me dijo que me acostara en la otra habitación que no quería que su hijo durmiera conmigo. La verdad es que se había forzado mucho la situación y Fernando tenía que reventar por algún sitio. Haciendo lo que me daba la gana en todos los sentidos, lo que incluía llegar a las tantas todos los días, destrozar la vida y la economía familiar a base de ...
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