1. Mi primera experiencia


    Fecha: 26/11/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... del todo inventadas. Eso quizás lo pudo retardar alguna que otra semana, pero hasta yo sabia que algún día la curiosidad me vencería y acabaría por intentarlo y ese momento no se hizo esperar mucho más. Fue una tarde como muchas otras que pase aburrida delante del ordenador, empecé a leer algunos de los relatos que tenia guardados (lógicamente bajo una contraseña) y empecé a leer. De repente no aguanté más. Deje el ordenador con un texto a medio leer cuando me fui a mi habitación llamando a Andy (mi perro pastor alemán) para que me siguiera. El, obediente como es, apareció al momento. Yo estaba de pie parada y un poco con la sensación de estar en otro mundo mirando al animal que tenia delante pensando en lo que estaba a punto de hacer. Me senté en la alfombra y lo acaricié un poquito. Poco a poco las caricias fueron dirigiéndose poco a poco hacia su miembro hasta que llegue a el. Lo toque y me quede a observar la reacción de mi perro ante esa caricia en esa zona tan intima, pero para mi sorpresa el perro ni se inmutó. Seguí acariciando aquella masa de carne que estaba completamente envuelta en una funda de piel completamente peluda. Observe que el perro se relamía de vez en cuando mirando hacia su pene como si le interesase mucho aquello. Todo eso fue interpretado por mí como claros síntomas de excitación del animal, aunque probablemente fuesen gestos malinterpretados por mí en ese momento de excitadísima mente. El pene de Andy empezó a crecer poco a poco, primero note como ...
    ... se ponía mas dura aún dentro de su peluda funda, pero poco a poco empezó a salir el pene de un color súper rojizo y empezó a aumentar también su grosor. En ese momento Andy se retiró a una esquina, se tumbó y comenzó a lamerse el trozo de pene que salía de la piel. Yo fui al rato ras él y ahora con el perro echando continúe acariciándolo pero esta vez con movimientos más característicos de la masturbación masculina. El pene crecía y crecía y observé atónita como crecía también una bola en la base de su miembro. No era algo nuevo para mí aquello, pues sabia ya por los relatos que a los perros les salía una bola o bulbo o como se llame esa cosa, pero nunca me hubiera imaginado que alcanzase ese descomunal tamaño. Me canse muchísimo el brazo masturbando a Andy pero no por eso pare de hacerlo. En un rápido movimiento Andy se levanto, yo notaba que debía faltar poco. Mis movimientos eran ya muy cortos ya que me limitaba “menear” la parte de pene que quedaba detrás del bulbo. De repente Andy eyaculó. Eyaculo esperma en muchísimas ráfagas, una seguida de la otra aunque poca cantidad en cada impulso. No era tanta la cantidad como yo me hubiera esperado después de leer los relatos de Internet, pero bastó para ensuciarme parte de la alfombra y inundar mi habitación de un olor fortísimo a esperma de perro. Andy estaba contento, pero yo aún estaba excitadísima y acabe por masturbarme justo después. Eso fue mi primer contacto directo con la zoofilia, pero claro esta que no se quedó ahí. En ...