1. Mi primera experiencia


    Fecha: 26/11/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la semana después de eso no hice nada, me bastaba de momento aquello que hice y no sentía la necesidad de repetir hasta que volví a quedarme una tarde sola en casa por la tarde y recordé la experiencia vivida. En las siguientes ocasiones quise probar la penetración, ser poseída por Andy, cosa que me daba mucho miedo pero la curiosidad y la excitación pudieron con el temor. Lo difícil fue hacer que me montara, evidentemente no era verdad que automáticamente un perro montara a una hembra humana desnuda por muchos flujos que derramara. Tuve que conformarme muchas veces durante mas o menos un mes con masturbarle después de una larga sesión de intentos por que Andy me montase como a una perra. Lo que si quería intentar al menos era chuparle su seguramente apetitoso pene rojo pero como no me atrevía a hacerlo en contacto directo intente ponerle un condón, cosa que no conseguí y aún hoy no he logrado. Así que añadí una decepción mas al bote, pero todo cambió cuando en una noche en la que mis padres se habían ido a una fiesta y no iban a regresar hasta muy tarde volví a intentarlo, pero esta vez con mas persistencia que ninguna vez. Me imaginaba que era una perra en celo y le enseñaba el culo mientras caminaba delante de el desnuda a cuatro patas. Tardó poco a partir de ahí hasta que comenzara a lamerme los jugos vaginales y yo gozaba con tales lametazos. No he encontrado ni creo que encuentre algo que se parezca a un lametazo de un perro en el culo. A cada lamido Andy estimulaba ...
    ... toda mi vagina y ano con una lengua potente y deliciosa. Repentinamente me intentó montar. Fallo en su intento de acertar en la entrada de mi vagina pero yo le ayude a encontrarla. La sensación que viene a continuación es casi indescriptible. ¡Tenía el superpene de mi perro Andy dentro de mi! ¡Estaba siendo tomada por un perro!. Notaba como crecía su pene en mi interior y como casi me quemaba la vagina de lo caliente que la tenia. Andy me hacia mucho daño con las uñas de sus patas delanteras que por otra parte me tenían fuertemente cogidas por la cintura. Decidí cortar durante un momento aquella relación para ponerle calcetines en las patas delanteras como había leído alguna vez en algunos relatos, pero al intentar quitármelo de encima Andy gruñó e intento morderme en la espalda para que no me escapara. Era un momento muy critico que por muy morboso que pueda resultar, me izo tener bastante miedo. Ahí estaba, desnuda sola en mi casa a cuatro patas con un perro montándome con un pene dentro de mí de un tamaño descomunal y claro esta, con la bola o bulbo dentro de mí ejerciendo una tremenda presión sobre la entrada de mi vagina. Encima tenia algunos rasguños a causa de las patas de Andy los cuales ya comenzaban a estar rojizos a causa de la sangre superficial que comenzaba a salir, y para colmo mi perro ya no era mi perro, era una bestia fuera de control que no dudaría en morderme en caso de que intentase huir. Lo pase realmente mal en esos momentos y maldecía aquel día en el que ...