1. La lujuriosa e infiel tía política


    Fecha: 30/11/2018, Categorías: Sexo con Maduras Fantasías Eróticas Autor: bacco, Fuente: CuentoRelatos

    ... besando mi abdomen, mi pelvis. Su mirada vertical mientras me la chupaba era un privilegio, su mirada de lujuria, de placer, de picardía, pecado, fuego... de todo mmmm. En una cadencia perfecta yendo de menos a más deslizaba su boca por mi miembro erecto y hacia que roncara de placer. Empecé a sentir la cercanía del orgasmo por lo que la detuve. Quería más, no quería hacer una pausa tan rápido. Nos besamos y le dije que quería recompensarla. Baje su sexy cachetero y me incliné. Tenía frente a mí su depilada y deliciosa vagina, húmeda rosada. Depilada como una bebe y con sus labios esperando a ser besados. Puse una pierna en mi hombro y me consumí en ella. Besé primero sus muslos, su pelvis, mientras mis dedos rozaban delicadamente con ligera presión su clítoris. Ella aceleraba su respiración también. Ronroneaba como una gata, uno que otro gemido mientras sus manos deslizaban mi cabeza. Deslice un dedo dentro de ella y gimió. Al interior su vagina era ardiente, húmeda, podía sentir como sus músculos internos se contraían y aprisionaba mi dedo, luego fui poco a poco descubriendo su clítoris y rozándolo con mi lengua, unas veces suave, otras fuerte. Ella se arqueaba gemía, algunas veces acariciaba mi cabeza, otras me presionaba contra ella. Y ya a medida que subía su éxtasis se contorsionada y tiraba de mi cabello. Su lubricación aumentaba y ya no era un dedo sino tres dentro de ella. Mi lengua hacia lo suyo y arremetía contra sus labios y su clítoris hasta que se contorsionó un ...
    ... poco y lanzó un largo gemido y por mis manos corrían como lava sus fluidos, mientras mis dedos estaban aprisionados dentro de ella. La pierna que tenia de apoyo temblaba pero no tanto como la que estaba en mi hombro. Quedamos quietos un instante. Me separe de ella, tenía mi verga aun erecta como un cohete a punto de despegar. La recorrí con mi mano por su torso hasta llegar a su boca, que muy acomedida, lamio y limpio mis dedos. Se acercó y nos fuimos besando hasta su habitación. Allí me tumbo sobre la cama, me miro lascivamente y me dijo señalando mi erección. Alguien necesita ayuda. Pero ahora eres la presa!! Saco de un armario varias tiras de seda roja, primero ato mis manos por las muñecas. Luego vendo mis ojos. Esto era nuevo para mí y me ponía a mil. Supe que volvió al escuchar sus pasos. Uno de sus dedos rozo mi cuello y bajo a mi pecho. A mi oído me dijo- Soy una felina, y antes de comer juagamos con la presa... prepárate pedacito de carne. Lo primero es beber algo, y sentí un líquido... (Vino lo adivine por su olor) dejaba caer pequeñas cantidades por mi cuerpo y lamia luego. Así llegó a mi pene, lo bañaba en vino que luego bebía y lamia. Toda esta situación me era excitante porque solo podía sentir el tacto e imaginar, era una buena mezcla. Ella seguía en su juego. Estaba tan excitado que cuando sentía sus labios en mi pene empezaba a embestir su boca. Ella se retiraba y a la tercera vez que lo intente empujo mi pelvis hacia atrás. No es como tú quieras, chiquito!! ...