1. Mi primo: mi amante, mi cómplice, mi secreto... mi semental.


    Fecha: 15/10/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... hice. Después, asumiendo el papel de mujer, lo desnudé a él. Y él me empujó en la cama y me montó. Se comenzó a masturbar en mi espalda y en mis nalgas. Ya se comenzaba a masturbar en mi cara , bucando mi boca, cuando le dije: -No, amor. Esta vez no. Esta vez te tengo una sorpresa que te va a encantar. -¿Qué es? -me dijo con esa voz en suspiro que tanto me excita. Sin contestarle, me fui al cuarto de baño. Me puse jabón en los dedos y me los metí en el culo. Después, de un lugar secreto, tomé el lubricante y me lo llevé a mi habitacion. Llegué y él estaba viendo los videos. Sin que se diera cuenta, me puse lubricante en el culo. Muchísimo. Y le di una ultima mamada en la verga. Para que tambioén lubricara y porque se me antojaba. Posteriormente, lo tumbé en la cama, boca arriba y. me montpé en su verga abriendo con mis manos mis nalgas. Para agrandar mi culo. Y él se sorprendió. Desde ese momento su rostro de fascinación y doble excitación se me quedó grabado en mi memoria. Y yo sabía porqué: En su verga sentía la calidez de mi culo poco a poco. Lo estabamos logrando. Su verga estaba entrando (POR FIN) en mi culo. Lanzó sus primeros gemidos y me excitó máas para seguir metiéndome más su duro plátano. Sentía tan rico cómo su rifle entraba hasta que alcanzó el fondo. comenzó la segunda parte. Comencé a brincar como loca en su verga, lanzaba gemidos. Por la excitación ya ni si quiera me contenía para que mis papás no nos oyeran. Era nuestra noche. A los dos nos estaba ...
    ... encantando. Él porfin entró en el acto agarrando mi cintura y a atraerme contra su pelvis, haciendo que su rica verga entrara de golpe. A Mí me encantaba. Me dio, y me dio y me dio. Duro. Yo galopaba en su verga tan dura y resistente (pensé que con dos minutos su verga habría explotado). Llevávamos por lo menos cinco minutos a ese ritmo. Yo brincando, él agarrandome y dándome rico. Gimiendo los dos, llenos de placer. De repente él se sentó, conmigo arriba aún, y me dijo. -Ponte de a perrito, mami. Por favor. -Lo que tú ordenes, papi. Y lo hice. A penas me había acomodado cuando sentí como su fierro entraba en mi culo. Me comenzó a dar tan duro que yo sentía que me llegaba hasta el alma. Era riquísimo. Estuvimos así otros cuatro minutos. Después yo me tumbé boca arriba y abrí las piernas. Él me las agarró y me las levanto (como en la posicion en la que cambian el pañal a los bebés) y comkenzó a darme más dosis de salchicha. Me dio y me dio duro y tan duro que lanzé un grito. Ambos nos detuvimos para escuchar si no se habían despertado mis papás y levantado. pero no. Seguimos haciéndolo. Muchos minutos, muchas arremetidas hasta que vi, por su rostro, que el final se acercaba. Yo quería sacar su pene de mí, para hacerlo toda la noche, p'ero, al mismo tiempo, no quería que parara. Decidí empujarlo tantito hacia afuera de mi para damr ecuenta lo que él quería. Y me excito saber que tampoco quería parara, pues no me hizo caso y siguió arremetiéndome. Se oía super rico el "chac-chac" que ...
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