1. HIJOS INCESTUOSOS. El viaje a la playa


    Fecha: 02/12/2018, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    ... agradeciendo en mi interior cuando las vi irse con sus hermanos a disfrutar de las olas. Cuando ya nos quedamos, Mónica no desaprovechó y ahí mismo en la ducha me obligó a cogérmela hasta quedar cansada. Tanto que me dijo que iba a tomar una siesta, que fuera yo a hacer los arreglos para el almuerzo, lo que me pareció bien. Como era temprano decidí salir a caminar y porque no ir a ver lo que hacían mis hijos. Una vez más volví a sentir ese pensamiento de que algo pasaba y no sabía que. ¿Dónde estarán? - pensé - porque no estaban a la vista. Un tanto preocupado caminé hacia la playa y nada. ¿Qué se harían? ¿Les habrá pasado algo? Fue un mesero quien me dijo que los había visto ir hacia la zona de manglares, un lugar poco accesible y lleno de riscos y hacia ahí me encamine. A cada paso no dejaba de pensar que algo malo podía pasarles, pero también algo me decía que iba a descubrir algo que muy en mi interior imaginaba. ¿Dónde estarán? - decía para mí - No los veía. Como si hubiera necesidad ahí estaba yo caminando de puntitas, sigiloso, escudriñando entre los arbustos y fue cuando los vi. Estaban en un claro qué convenientemente cubrían unas rocas y aunque desde donde estaba sólo podía ver a Alberto sabía que ahí Estaban también mis hijas. El pensamiento de que al fin sabría la verdad se apoderó de mi mente. Paso a paso me fui acercando hasta que llegue al lugar donde podía verlo todo y no estaba equivocado. Pude ver a Alberto parado con su 190 de estatura con mi hija Mariana ...
    ... en cuclillas mamándole una verga como de 22 cm de largo y gruesa como macana de policía. Ambos completamente desnudos. Más al fondo y recostada en el suelo estaba Daniela mi hija de 11 con Ernesto su hermano dándole lengua en su chochito todavía sin vello. Igual estaban desnudos. Resultaba evidente que no era la primera vez que Mariana mamaba una verga, lo hacía con destreza, engullendo lo que podía y sin dejar de masturbar con las dos manos aquel pollon que se cargaba su hermano. Ernesto mi hijo igual demostraba que tenía experiencia en dar placer con la lengua, porque Daniela parecía estar en el mismo paraíso del placer a juzgar por los gestos de su carita. No supe que hacer. Porque aunque lo presentía, ver aquella escena era algo para lo que no estaba preparado. Mi verga estaba que reventaba de excitación bajo mis ropas y un extraño deseo de sexo se había apoderado de mí, que sin dudarlo ya estaba yo con mis 17 cm de fuera jalándomela. Pude ver cuando Danielita se incorporó para ahora ella mamarle el pito a Ernesto su hermano, que aunque no lo tenía tan grande como Alberto era como de 17 o 18 cm recto y sin muchas venas. Igual que Mariana no era su primera vez dándole placer con la boca a un pene. Alberto por su parte había ido a colocar a Mariana sobre una roca en forma de banca y ahora era él quien le chupaba el chocho a Mariana, mientras que su gran verga se le mecía como badajo de campana. Los cinco gozábamos. Fue Alberto quien pareció saber que había llegado el momento ...