MIENTRAS UNOS DUERMEN - Relatos Eróticos

MIENTRAS UNOS DUERMEN

... cuando mas delicioso sentía, vimos a lo lejos las luces de un auto que se metía al parque, de inmediato el tipo se salió de mi, diciendo: ¡Una patrulla, una patrulla! velozmente se subió el pantalón y se fue hacia su taxi, yo me acomode la tanga, porque solo la había hecho a un lado para que me cogiera el extraño, y busque desesperadamente mi pants en la canastilla de la bicicleta, pero solo saque el short por lo que me tuve que bajar las medias a los tobillos ocultándolas en mis calcetas, y como pude me lo puse, justo a tiempo, la patrulla se acerco a donde estaba y bajando la ventanilla me abordo, Buenos días joven ¿Todo bien? Ho si oficial, me dio un ligero calambre y me estaba auxiliando un señor pero cuando vio la luz de su patrulla se fue, no sé porque, si pensamos que lo estaban asaltando, Ho no para nada, me estaba auxiliando pero se fue, bueno por aquí andaremos por si algo se le ofrece, dentro de mi pensé, (Claro que algo se me ofrece, se me ofrece una verga grande y gorda que me penetre violentamente hasta arrancarme un maravilloso orgasmo) pero bueno solo lo pensé, para que me creyeran empecé a cojear un poco cuando me alejaba de ellos, pero la patrulla no se iba, por lo mismo no podía hacer como si mágicamente el dolor despareciera y vieran ellos que todo era fingido, así que seguí cojeando, entonces uno de ellos bajo, espera amigo espera, porque no te sientas y descansas un rato, gracias oficial ya se me está pasando, nada de eso replico, toma asiento yo soy ...

... experto en desgarres musculares, déjame ayudarte, me sentó en la banca, y saco una pomada que olía a eucalipto me empezó a untar en el muslo, de una manera normal, bueno para él, yo al primer contacto de sus manos me volví a encender, y sin querer lance un gemido tenue, el policía pregunto. ¿Dolió? Un poco le dije, disculpa lo hare más despacio, no, está bien , es mejor así, con fuerza para que el musculo se relaje le dije. Cada vez que subía sus manos, sentía uno o dos de sus dedos rozando mi pequeño bultito, cubierto por la delgada tela de mi tanga, hasta que por fin se detuvo, ¡Listo! ¿Cómo te sientes, mejor? Ho si muchas gracias, entonces exclamo: ¡Que piernotas tienes!, ¿Es por la bicicleta verdad? Si algo de eso, ¡Además tienes una piel muy suave y lisa!, ¿Eres lampiño? Ya no sabía que decirle a cada pregunta suya, quería suplicarle que me dejara lamer su pene hasta exprimirle la última gota de semen, y que le pidiera a su compañero que mientras eso sucedía me penetrara violentamente por el culo, pero me relaje y le respondí, sí, soy lampiño y es por el ejercicio que tengo las piernas así, pues las tienes muy bonitas, ahí si ya no supe que responder, porque además de escuchar lo que dijo, puso una de sus manos sobre mi aparente muslo lastimado, me quede callado sintiendo su mano, entonces me dijo, me voy a quedar contigo un rato mientras se te pasa el dolor ok? si, si claro como digas, se levanto y le dijo a su compañero que le fuera a dar una vuelta al parque para ver que ...