MIENTRAS UNOS DUERMEN - Relatos Eróticos

MIENTRAS UNOS DUERMEN

... todo estuviera bien, la patrulla arranco y él regreso conmigo, se sentó y extendiendo su mano, me dijo, Por cierto me llamo Martin, mucho gusto le respondí, yo Alonso, y vienes seguido al parque? No de hecho me queda algo retirado de casa, como vi que la charla no llegaba a nada decidí que era hora de irme a casa, ya eran pasados de las 6:00 am, quizás 6:10 o 6:15 así que me levante de la banca, bueno creo que ya me siento mejor, no pude dejar de notar que no dejaba de ver mis piernas, así que fingí de nuevo, tocándome la parte alta del muslo y exclamando haayyy, me volví a sentar, espera, no te levantes aun estas mal el desgarre no ha pasado, no, creo que no, era mi última oportunidad antes de que su compañero regresara, él se levanto, para volver a sacar la pomada con la que me había sobado el muslo, por lo que claramente pude ver su erección por dentro del pantalón, ya no pude mas debía echar toda la carne al asador, así que cuando se agacho a sobarme, poco a poco le fui diciendo que era mas y mas arriba, hasta que toco mi entrepierna, pero como la calentura era mucha, le dije que el dolor era en la parte trasera del muslo, pues voltéate me dijo, y yo me acosté en la banca boca abajo, el se puso detrás de mi y sentí sus manos sobando la parte trasera de una de mis piernas hasta subirme el short y tocar mis nalgas, entonces le quise facilitar las cosas, oye ¿Y si me quito el short? no hay nadie en el parque y así me podrías dar bien el masaje, él acepto y me ayudo a ...

... bajarme el short a los tobillos, quedando a la vista mis nalgas enmarcadas en la tanga negra de tela delgadita, ya no se contuvo, hundió su boca en mis nalgas, mordisqueándolas y dándoles besos deliciosos, ¡Que rico hueles mami! yo paraba el culo cada vez que sentía sus carias, ¡Que rica estas! desde que te vi a lo lejos me gustaron tus piernas, y cuando te vi de cerca me encanto tu culo, no sabía que te estaba cogiendo el taxista, Yo me hice el tonto ¿El taxista? pregunte, si ya lo conocemos, a veces viene a molestar a las travestis que se ponen sobre la Avenida de los Insurgentes Supe que tu no eras una de ellas por la bicicleta, yo no decía nada, dejaba que me lamiera y mordiera a placer las nalgas, solo me quejaba muy rico y gemía como una perrita en celo, sentía que en cualquier momento iba a estallar en un orgasmo largo e intenso, así que decidí disfrutar más el momento, para le dije, por favor quiero comerte yo ahora, se levanto y se puso de pie, yo me senté en la banca y termine de quitarme el short, él saco su pene del pantalón y quede maravillado, una verga gorda, grande morena, que además olía rico, a limpio, a talquito de bebe, mmm que delicia de manera golosa la fui metiendo en mi boca, hasta que llego a mi garganta, y ahí la retuve un instante, él se estremeció diciendo hooo mamita que rico mamas, la saque y levante mis ojos a él preguntándole ¿Te gusta papacito? Ho siii lo haces muy rico, ha pues es que sabes delicioso, poco a poco empezó a soltar su liquido salidito ...