1. SEMILLAS DE INCESTO 2


    Fecha: 10/12/2018, Categorías: Incesto Autor: Nandincesto45, Fuente: SexoSinTabues

    ... quedamente. - No mi amor, eso te va a doler porque estás muy pequeña, además te sale sangre. - Mi primo Juan Pablo ya me saco sangre la primera vez, contesto muy segura de si misma. Ya no dudo, la abrazo juntando nuestras mejillas, beso su boca con la pasión que solo el incesto puede dar, mi pene remplaza la lengua haciendo los mismos recorridos hasta que se encaja en la gruta y empieza a buscar el origen de la vida, mi pene es un punzón endurecido por el deseo. La penetro suavemente pues aun es muy estrecha, un par de lágrimas ruedan por sus mejillas pero no se queja, siento el calor de su interior y su respirar entrecortado en mi oído, observo su cara. Porque tan importante es disfrutar la penetración como el advertir las señales de su cuerpo, el subir y bajar del vientre, la respiración agitada y yo trato de descifrar si es por dolor ó por emoción, su vagina que palpita alrededor del invasor, el endurecimiento de los pezoncitos en su pecho plano, y el rostro con tintes carmines y la lividez alrededor de sus labios, la boca que se abre con cada envión, cada quejido de dolor formado en su garganta se transforma en un gemido de placer, sus ojos perdidos exploran en el universo de sus sensaciones cuando siente que mi pene llega hasta su vientre. El orgasmo le llega…….. Y es cuando me siento más vivo, la sangre se acumula en mi sexo, me olvido de los tabúes, solo se que es a mi propia hijita a la que me estoy follando, es como un olvido completo donde solo tengo una meta: el ...
    ... hacerla gozar hasta el infinito para que ella transmita ese gozo a mi pene, vuelvo a abrazar a mi niña como protegiéndola entre mis brazos cuando siento que va a llegar el momento sublime de la eyaculación y nos corremos en un clímax donde no hay palabras para describirlo. Vuelta a empezar, ella de frente cabalgando ensartada y bañando mí bajo vientre con sus fluidos, la sostengo con mis manos de sus caderas, admiro su pequeño clítoris enrojecido, gozo con sus espasmos, se dobla sobre mí buscando mis labios, me descargo en oleadas con un gemido gutural en lo más profundo de su cuevita. Nos quedamos un rato unidos por el sexo, le susurro palabras de amor en sus oídos, siento que mi miembro se relaja y lo saco para deleitarme viendo mi semen brotando en borbollones de su rajita palpitante. Después de cenar nos acostamos en su cama y me contó como su primo la desvirgo cuando tenía 8 años, me volví a empalmar y la penetre a lo perrito gozando quizá más que las 2 veces anteriores. Esa noche nació entre mi hija Juliana y yo la complicidad incestuosa que aun perdura. Al domingo en la tarde llegó mi esposa Carmela con Sofía y el niño, cuando vio a Juliana le pregunto que porque estaba tan ojerosa y le contesto que porque estaba enferma del estomago. Desde ese día empecé a notar cierto antagonismo entre mi esposa y mi hija menor, yo mismo no sabía como sortear la situación y con mucho tacto cuando hice el amor con mi esposa le sugerí que si le gustaría hacer un trío con otra mujer, me ...