1. Atendido por mi cuñada Margarita


    Fecha: 10/12/2018, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: romiyjoal, Fuente: CuentoRelatos

    ... falda que cayó al piso deslizándose por sus piernas blancas bien torneadas. El trapo quedó deforme rodeando sus pies de uñas pintadas de rojo sanguíneo. Con algo de vergüenza levanté mi vista y topé con una hermosa imagen. Un calzoncito delgado de color azul oscuro de encajes clásicos que contrastaba con la blancura de piel tersa pese a los dos partos de sus hijos. Se giró para mostrarme su culo mientras lo meneaba con cierta cadencia. - Tienes que erectarte. Espero que te guste lo que ves. - Me gusta mucho - Acuérdate que esto es con fines puramente médicos – dijo en un tono jocoso y serio a la vez. El culo de Margarita, era más abundante de lo que lo había imaginado. Alberto, su marido, era un privilegiado. El calzón azul le partía cada nalga por la mitad. Era muy estimulante esa imagen y el morbo se me subió a la cabeza. En menos de lo esperado mi verga estaba dura y crecida. Yo estaba sorprendido y emocionado entretenido entre mirarle el culo hermoso y prohibido de mi cuñada y mi verga por fin recta después de una cirugía para enderezarle la curvatura pronunciada que me había robado la felicidad desde que empecé a probar las mieles del sexo. Dejó de menearse y se giró nuevamente. Se sonrió cuando notó mi erección al máximo. La expresión de su rostro se tornó perversa, atrevida, como de puta barata, lejos muy lejos de la enfermera profesional de algunos minutos antes. Se puso el dedo índice de su mano derecha entre sus labios como mordisqueando y su mano izquierda la ...
    ... introdujo entre su vulva y su calzoncito para estimularse. Se estimuló su sexo de pie sin dejar de mirarme la verga durante algunos segundos. Yo no lograba decir una palabra. Mi mente solo era un chorro de estímulos de alto voltaje que me impedían cualquier razonamiento. En ese instante solo valía saber que Margarita era una mujer de carne y hueso con la que iba a culear. Los prejuicios morales por ser la hermana mayor de mi mujer, casada con Alberto, buen amigo mío etc., estaban desvanecidos. Entonces se bajó el calzón y un triángulo tupido de pelos negros bien abundantes se convirtió en mi horizonte visual. Su blusa de tirantas le tapaba hasta el inicio de su pelaje haciendo para mí la imagen todavía más estimulante. Su teléfono móvil dentro del bolsillo de la falda tirada en el piso sonó. Margarita respondió y habló con naturalidad con su marido un asunto del pago de la escuela de sus hijos y en menos de un minuto colgó. Yo solo le estudiaba su sexo bello y sensual. Se agachó para recoger la falda y volver a meter su teléfono en el bolsillo. Al girarse para colocar el trapo sobre la mesa de comedor le pude mirar por primera vez su culo completamente desnudo. Era más hermoso de lo que lo había recreado en mis fantasías eróticas e incestuosas. - Creo que es mejor que yo me siente y tú te muevas porque así puedes controlar ¿no crees? - Tienes razón. Se sentó en el sofá y abrió sus piernas. Su chocho peludo dejó ver sus labios vaginales de un hermoso rosado pálido. Yo acomodé mis ...