1. SUPERTRANS


    Fecha: 18/10/2017, Categorías: Transexuales Autor: lib99, Fuente: RelatosEróticos

    ... por el plano y moldeado abdomen hasta alcanzar el hirsuto vello del pubis. Una mano agarra los testículos mientras la otra masturba la polla. –¡Maldita zorra! –Se enciende Kara–. Pese a al gesto de resistencia en el rostro de Jimmy, las manos de Leatherbitch surten efecto: la verga no tarda en endurecerse y tras una corta y efectiva paja –no hay duda de la pericia y experiencia de la belleza morena– expulsa un abundante chorro de semen. –Mmm… Mira qué maravilla. –¡Puta enfermiza! –Exclama indignada Kara– ¡Ese hombre es mío, esa polla es mía y ese semen me pertenece! En pantalla, ajena a la furia de su adversaria, Leatherbitch lame el esperma adherido a los dedos de su guante y sonríe. –Esto es sólo el aperitivo, Supergirl. Una pequeña muestra de lo que vendrá. Tienes una hora para encontrarme e intentar detenerme. Si no –acaricia con la fusta el arrugado y goteante pene de su prisionero, antes de sacudirle un pequeño pero agudo golpe que le hace estremecer–… si no, puede que tu bello amado no vuelva a estar en condiciones de ser tu amante. Pero tranquila: haré que disfrute hasta el último segundo en que conserve su hombría. Tras una larga carcajada digna de la mejor villana de un clásico de la Universal, la grabación termina de golpe. –Kripto, dime que tienes algo –dice Kara dirigiéndose al compartimento secreto donde guarda el uniforme–. –Efectivamente. El encriptamiento de la señal era complejo, aunque no tanto como podría esperarse. Me ha sido relativamente fácil ...
    ... localizar su origen. Temo que sea una trampa, Kara. –Es Leatherbitch, Kripto. Por supuesto que es una trampa. En un suspiro la hermosa transexual aparece vestida con el top azul que tan bien ensalza su figura, el cinturón amarillo, su minifalda roja, botas a juego y la capa balanceándose a su espalda al ritmo de sus apresurados pasos. El tejido alienígena emite una sutil luminiscencia que envuelve la figura de la heroína, reforzando su condición sobrehumana. Lanza un rápido vistazo a la pantalla donde Kripto le muestra las coordenadas, memorizándolas, y de súbito su cuerpo se funde en un rayo tricolor que desaparece por la ventana. Junto al eco del trueno de su partida, la mecánica voz de Kripto parece vibrar con una improbable emoción. –Ten cuidado, niña. *** Vuela a gran velocidad por encima de los rascacielos, pero evitando romper la barrera del sonido: no quiere enfrentarse a una nueva polémica –y alguna que otra demanda– por los cristales rotos que provoca su estampido. La urgencia de la misión le impide disfrutar, esta vez, del placer del vuelo: del viento enfriándole el rostro y sacudiendo la capa a su espalda; de la compañía de gorriones, palomas y algún solitario halcón que la vigilan intentando descifrar qué tipo de ave es; de las imponentes torres de cristal iluminándola con el reflejo de la luz del sol de poniente. Cuando alcanza la posición que le ha facilitado Kripto, aterriza en la azotea de un bloque de viviendas situado enfrente del lugar: un gran almacén en las ...
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