NO LA JODAS - Relatos Eróticos

NO LA JODAS

... se me corría, me dio igual que nos sacáramos fotos mientras lo hacíamos... porque él lo gozaba y yo, al ver su goce, lo hacía mío también.Yo era feliz. Tenía mis momentos buenos y mis momentos malos, pero era feliz a su lado. Cuando me sentía agobiada, me hacía largas sesiones de sexo oral por delante y por detrás, y a mí se me quitaban todas las preocupaciones. Sentía que yo era suya y que él era mío.Y un día, por pura casualidad, descubro que tiene en el ordenador fotos de varias amigas suyas desnudas. Fotos que, para colmo, eran de estas digitales con la fecha incluida. Y el muy cabrón se las había follado cuando estaba conmigo. Por supuesto, le borré mis fotos, las de esas guarras y no le formateé el disco duro porque por aquella época no sabía como hacerlo.Y entonces llegaron las excusas y las lamentaciones, el culpar a todo y a todos de sus acciones, el no aceptar su propia responsabilidad. Si nunca te ha engañado una persona querida, no sabes lo que se siente. No es que halla follado con otra persona, es que te ha mentido en lo más íntimo. Es como si quien menos te esperas te clava un puñal en lo más profundo de las entrañas. Lo quería mucho, y aún hoy lo quiero, pero una persona que hace eso no te quiere realmente. Creerá que sí, deseará hacerlo, pero si te engaña en lo más básico, te puede engañar en todo lo demás.Por supuesto, yo fui la mala. Yo, que al parecer era muy celosa y desconfiada. Yo, que no aceptaba dar segundas oportunidades. Yo, que no quería aceptar sus explicaciones.Si podéis aprender algo de todo lo que os cuento, que sea esto: Si tienes un problema, háblalo antes de hacer una gilipollez, porque luego ya no puedes. Y si no tienes un problema, NO LA JODAS.