1. El ángel caído


    Fecha: 04/01/2019, Categorías: Erotismo y Amor Hetero Autor: Ícaro_libre, Fuente: CuentoRelatos

    ... alboroto. Una señora mayor comenzó a gritarme, luego llegaron dos hombres que me insultaban. Eso, hasta que no sé de donde llegó la policía. Mariana estaba aún afectada y sumado al griterío optaron por llevarme detenido. Cuando me subían al carro policial, miré una vez más a Mariana y le grité… - ¡Mariana, soy Aniel…! Ella me miró de lejos, con una expresión distinta, mientras el auto se alejaba. Al llegar al cuartel, un policía de apellido Gómez, según decía una piocha en su camisa. Me recibió. - Nombre. –Me dijo secamente y sin mirarme a la cara. - …Aniel. - Dije. El policía con evidente disgusto levantó la mirada y me dijo. - Nombre completo, idiota. - Aniel. –Respondí. - Mira, he tenido un mal día. Llevo dos turnos seguidos y mí paciencia es poca. Te lo voy a preguntar una vez más. ¡Nombre!. - Es que solo me llamo Aniel. El policía se puso de pie, era un tipo enorme, semi calvo y con evidente sobre peso. - ¡González! - Ordene mí Teniente. - Lleve al detenido al calabozo, tómele huellas y verifique identidad. Lo vamos a pasar al tribunal por desacato a la autoridad. - A la orden mí teniente. González me tomó del brazo y me tironeó hacia un pasillo. Forcejeé con él. Quise librarme, pero en ese instante se abalanzó sobre mí otro policía, mientras el Teniente Gómez se puso en frente y me dio un golpe de puño en el estómago. Caí al suelo de dolor. - Mientras me arrastraban a la celda les decía: ¡Es que no entienden! Me llamó Aniel, llegué del cielo y ¡tengo que encontrar ...
    ... a Mariana para ser perdonado!… Estuve en una celda húmeda, fría y oscura durante un par de horas. El dolor de los golpes ya estaba pasando cuando apareció mí nuevo amigo terrenal, el Teniente Gómez. Sacó su bastón de seguridad y golpeando los barrotes de mí celda, me dijo: - Parece que te vas a quedar más tiempo aquí. ¿Qué curioso que tus huellas no estén en el sistema? Eso es muy propio de los narcotraficantes… Solo miraba el piso apoyado en el muro, entendiendo lo vulnerable que me encontraba en ese minuto. - Mira lo que tengo. –Me dijo. Al verlo, me di cuenta de que en una mano tenía su bastón de seguridad, mientras con la otra sostenía un puñado de condones. Los arrojó en la celda, mientras una risa diabólica se dibujaba en su rostro. Comenzó a abrir la reja del calabozo, mientras el miedo se apoderaba de mí. En ese instante escuché un grito atronador. - ¿¡Qué pasa Teniente Gómez!? Al instante, el policía compuso su postura, y respondió: - Vigilaba que el prisionero estuviera cómodo mí Capitán. - Hace una hora debió irse Gómez. No entiendo por qué está aquí. - Es que como el prisionero es indocumentado, pensé que… - Libere al prisionero. - Pero mí Capitán… - Gómez, lo más probable es que se trate de un indocumentado; o tal vez esté loco, o quizás diga la verdad, y efectivamente cayó del cielo. O quién sabe… ¡No me importa! ¿¡Ud. hará el papeleo!? ¿O le interesa otra cosa Gómez? - No mí Capitán. Pero este hombre acosó a una mujer en la calle… - Y la mujer está afuera ...