1. Mi golosa madre


    Fecha: 07/01/2019, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: Vicente03, Fuente: CuentoRelatos

    ... sin problema alguno. Estaba desnudo. Puse el bote de lubricante encima al lado de la cama y me acosté junto a ella. Obviamente sintió que yo me acosté y abrió sus ojos la abracé con mucha fuera por enfrente y comencé a besarla, ella me empujaba, pero mis fuerzas eran muy superiores a las suyas. Finalmente dejó de resistirse y se atrevió a meter su lengua en mi boca. El beso duró bastante, dejé de forzarla y ella sola se arrimó hacia mi cuerpo. Dejé de besarla y ella recobró el sentido. β€” No, no, no, esto está mal, soy tu madre, Caleb, detente. β€” Te escucho masturbándote todas las noches, te veo haciéndolo con mi foto. Tú quieres esto tanto como yo. Intentó huir de la cama, se levantó pero la cogí del brazo con fuerza y la acosté de nuevo, me puse encima de ella para que no pudiera escapar. Estaba callada, y desviaba su mirada, unté mi pene en su peludo pubis y le dije que lo viera. β€” Míralo, mamá, es mucho mejor que el de papá, ¿verdad? Ella se limitó a verlo. No dijo nada, pero se saboreó un poco. β€” Voy a darte todo lo que mi padre no pudo. β€” No, cálmate, estás mal, hijo, en serio. Dejaré de tocarme con esa foto, pero por favor detente. β€” Te voy a hacer mía, quieras o no. Puse mi glande en sus labios y comencé a untarlo, suavemente mientras ella cerraba los ojos y se repetía que nada de esto estaba pasando. Finalmente comencé a meterlo, estaba completamente húmeda, pero aun así era muy estrecha, con una fuerte embestida bastaría, si me había sacado por esa vagina debía ser ...
    ... capaz de recibirme de nuevo. Lo metí todo de un golpe, 21 centímetros de mi pene, el pene de su hijo, entraron y ella gritó de dolor y placer. Comencé a moverme y ella tapaba su cara y lloraba, me sentí como una mierda, supe que nuestra relación había acabado, pero mi pene estaba deseando más, ella gemía con cada embestida y al cabo de un rato se destapó la cara y comenzó a verme. Me tomó por el brazo y empezó a disfrutarlo. β€” Esta bien, Caleb, soy tuya... β€” Dilo más fuerte, di que eres mi puta. β€” No diré eso... Saqué mi pene de su vagina y le repetí que dijera que era mi puta. β€” Si lo quieres de vuelta, dilo. β€” Soy tu puta, soy puta, hijo. Volví a meter mi pene y ella comenzó a gritar y gemir como loca. β€” Estamos teniendo sexo, Sugey, madre e hijo. Si papá nos viera seguro nos mata. β€” Él nunca volverá a interponerse, soy tuya ahora, olvídate de ese pendejo. Saqué mi pene nuevamente y recogí el lubricante, le puse a todo mi pene por encima y eché en las partes intimaste de ella. Se puso en posición de perrito y la penetré sin piedad. Le dolía, podía sentirlo, pero a la vez le gustaba, comencé a nalguear su culo y ella gritaba con cada nalgada, mis manos quedaron marcadas y su vagina comenzó a apretar mi pene. β€” Estoy por tener un orgasmo, bebé. Comenzó a gritar y yo me movía muy rápido, finalmente saqué mi pene y dejé que su corrida me bañara el abdomen. Seguía de perrito, pero esta vez tenía el culo más levantado. Vi su ano expuesto y no pude evitar meter mi lengua en él, mi ...