1. TODO EMPEZO CON UN AGRADECIMIENTO


    Fecha: 07/01/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Era otoño, compré un regalo para una dama que conducía una institución de beneficencia y que había influído para solucionar un problema de un cliente mío; no conocíamos desde hacia varios años, por mi profesión cada dos o tres meses, ella visitaba mi estudio para que le asesorara en temas de la entidad que dirigía. Una vez que compré el regalo me dirigí su oficina para entregárselo, al ver el obsequio, me agradeció afectivamente. Le dije: - En verdad, es muy humilde, pero quería agradecerte lo que has hecho. Espero que en alguna oportunidad pueda ofrecerte una cena, para completar mi agradecimiento.- No volvimos a vernos. Pasaron cuatro o cinco meses... Un mediodía, cuando me fui a buscar mi auto a una playa de estacionamiento, escucho que una voz femenina me llama y veo que era la ejecutiva a quien le había hecho el presente, quien me dice: - La invitación para una cena, que quedó pendiente, sigue vigente? - Sí, le respondí. - Ahora a la cena te la quiero ofrecer yo y quiero coordinar cuándo podemos concretarla, pues mi marido viajó hoy al exterior y estará ausente dos semanas. Puede ser mañana? Si, mañana nos hablamos por teléfono y coordinamos. Yo vivía solo, así que durante la mañana acordamos cenar en un comedor de la zona y le propuse que si no le parecía mal, al café lo tomábamos en mi departamento. Aceptó gustosa. - Fuimos a cenar, pedimos comidas simples para no sentirnos “pesados”. Cuando terminamos el postre, dije: - Ahora el café, en casa. - Ella respondió: - No ...
    ... seas tan formal, deja el protocolo debajo de la mesa. Vámonos a pasarla bien. - Caminábamos hacia el auto y la observaba; era una linda mujer madura, muy bien vestida, una figura nada escultural, pero atrayente. Lucía una pollera ajustada que marcaba sus caderas, Cuando ingresamos al apartamento, sin decir nada, de pronto me abrazó y me besó en la boca, hice lo mismo y sentí sus labios ardientes; caminamos hasta un sillón del living, la senté en mi falda y la acaricié y besé incesantemente durante varios minutos, tiré de su blusa y deslicé mi mano derecha por sobre su piel, tensa, suave, tibia. - Ella desprendió mi camisa e introdujo su mano sobre mi pecho y me acarició son mucha suavidad; desprendió el cinto de mi pantalón, y pasó su mano derecha hacia el interior de mi splip que albergaba mi pene duro, muy duro, y lentamente lo peló. Yo corrí el cierre de su pollera, despendí el broche, y empecé con el trabajo de tirar hacia abajo la prenda, ella se irguió y la falda cayó al suelo, con un pie la tiró lejos, yo le saqué la blusa, lo que me permitió ver que tenía conjunto de tanga y corpiño color violeta, que resaltaba sobre su piel blanca, blanquísima. Ella me había sacado pantalón, camisa, zapatos y medias. Ahí, ella de pie frente a mí, era algo que no podía creer, metí mis manos debajo de su casi inexistente tanga, acaricié sus nalgas, las deslicé hacia delante y sentí su pubis totalmente depilado, suavísimo, los labios de su vagina empapados con sus lubricantes naturales, ...
«1234»