1. La reeducación de Areana (23)


    Fecha: 10/01/2019, Categorías: Dominación Lesbianas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Mientras iban hacia la salida del edificio luego de la entrevista con la profesora Lucía tomó de la cintura a Areana y ciñéndola contra ella le dijo entusiasmada: -Mmmhhhhhh, me da morbo que la profe haya citado a tu mamita. Viste que es muy autoritaria, muy dominante y para mí que le gustan las mujeres, así que a lo mejor se calienta con la perra vieja y termina castigándola por la hija degenerada que tiene… -y soltó una risita que estremeció a la niña. “Mamá se va a impresionar por el trato tan dominante que tiene esta mujer…” se dijo ante la perspectiva que Lucía había planteado. Ya en la calle, ante la puerta de la escuela, Lucía despidió a Areana con un chirlo en la cola y la esclavita apuró el paso ansiosa por contarle primero a Milena y luego a su madre que al día siguiente debería ir a ver a la profesora de Geografìa. Más tarde, la Godínez descansaba en su cama después de haberse masturbado recordando las escenas de su encuentro con Areana y Lucía. -Me ganaste Satanás… -dijo en voz alta. –Esa enviada tuya, la muy degenerada de Areana me puede, me va a hacer pecar, voy a caer, maldito… ………….. Cuando Areana llegó al departamento se hincó ante la asistente, que la esperaba en el living, y murmuró el saludo de rigor: -Buenas tardes, señorita Milena. -para después besarle la mano y preguntar con la cabeza gacha: -¿Puedo contarle algo, señorita Milena? -Contá, ¿qué pasa? –urgió la asistente frunciendo el ceño. Areana narró el episodio que había tramado Lucía, habló después ...
    ... de la azotaína recibida en la sala de profesores y por último dijo de la convocatoria de la profesora Godínez a su madre para el día siguiente. Milena había seguido el relato con los ojos agrandados por la sorpresa y alternando cada tanto una mueca burlona, para finalmente prorrumpir en una carcajada: -¡Qué turra había resultado Lucía! ¡Una genia! –dictaminó y volvió a reír para humillación de Areana, cuyas mejillas ardían de vergüenza. -Seguime en cuatro patas que a tu mamita la tengo comiendo en la cocina, así le contás lo de la citación. –ordenó la asistente y Areana dijo en un murmullo: -Sí, señorita Milena. –y comenzó a desplazarse sobre sus manos y rodillas después de cargarse la mochilla a la espalda. Eva tenía ante si dos cuencos en el piso, el de la comida con trozos de salchichas y papas hervidas y el de la bebida con agua de la canilla. Al entrar Milena alzó un poco la cabeza mientras masticaba dos trozos de salchicha, aunque sin mirar a la cara a la asistente. -Dejá de comer por un momento, puta, y escuchá lo que te va a contar tu hija. Areana se acercó a su madre y, como de costumbre, ambas se saludaron con un beso fugaz en los labios. Luego la chica le habló de la citación en el colegio y del motivo, además de contarle que había recibido la segunda paliza de la Godínez. -Tengo que pedirle permiso al Ama Amalia… -dijo Eva desde su disciplina de esclava. -Claro que sí, puta, ya sabés que ni respirar podrías si la señora no te lo permitiera. Eva devoró los últimos ...
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