1. LIDA.- Capítulo 1º


    Fecha: 15/01/2019, Categorías: Erotismo y amor Autor: barquidas, Fuente: RelatosEróticos

    ... que ellos no eran más que un hombre y una mujer que se amaban y eso, lo único que importaba. Pero todo inútil ante Lida que le respondía. Así llegó el día que se supo que en breve la compañía cambiaría de sector. Stella Antonovna afirmó a Lida que Ursbach quedaría libre allí, donde estaban, para que al marchar la compañía escapara con los suyos. Pero a Lida eso no le gustó. No es que dudara de Stella, no, la sabía honrada; pero no se fiaba de Sibirzev, que al mandar la retaguardia no dejaría con vida al alemán. Tampoco de Galina Ruslanovna que seguro intentaría llevárselo con ella. Si de verdad le amara casi se alegraría de ello, pues al menos salvaría su vida; perosabíaquepara ella él era sólo un capricho pasajero: Pronto se cansaría de él y acabaría por matarle. Luego tomó una determinación: Helge Ursbach debía huir antes de que la unidad abandone el lugar. Así que aquella misma noche, a pesar de la lluvia torrencial que caía, sacó a Helge de su camión y le condujo a una casa derruida donde le hizo cambiar su uniforme por una desastrosa vestimenta de obrero ruso a la que no faltaba nila indispensable gorra. De esta guisa le sacó de la casa, defendiéndose incluso a patadas de los intentos del hombre por besarla y convencerla de que huyeran juntos. Le proponía esconderse en algún lugar hasta que ella se escabullera y huir juntos donde ella quisiera. No le importaba quedarse en la URSS si estaba con ella. Y como él no consintiera huir sólo, Lida echó a correr huyendo de él; le ...
    ... despistó gracias a la cortina de agua y la oscuridad que les rodeaba. Se escondió en otra casa en ruinas, cerca del río, donde Ursbach ya no la encontró. Bañada en lágrimas Lida observó cómo su amado teniente la buscaba por un buen rato para finalmente, desorientado y abatido, coger “prestada” una bicicleta que, apoyada en una pared, milagrosamente se mantenía en pié. Ella le vio partir entre sollozos, con el corazón roto y musitando: “Corre, corre amor mío, no te detengas..” “¡Si en verdad existes, Dios de mis padres, ayúdale! A la mañana siguiente, un día muy nuboso pero sin lluvia, sobre las once horas una de las chicas hizo un macabro descubrimiento: Tendida boca abajo en el fangoso barro que cubría las márgenes del casi arroyo que discurría al fondo de la parte soviética de Novo Slóvoda estaba el cuerpo sin vida de Galina Ruslanovna, ahogada en el mismo fango. Inmediatamente Sibirzev culpó al teniente Ursbach del hecho y cuando se atestiguó su ausencia a nadie le cupo duda alguna de que el sargento siberiano estaba en lo cierto. Se buscó al alemán pero sin resultado y dado que su captura no se comunicó a la superioridad oportuna se decidió que mejor no mover demasiado el asunto. El día siguiente al que se descubriera el fatal incidente se inhumó a la nueva víctima de los fascistas en el cementerio de los héroes de la Compañía con honores militares. A Lida Ilianovna no se le conmovió ni un músculo de su rostro cuando disparó las salvas de ordenanza mientras rememoraba el ...
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