1. Juegos calientes y retorcidos


    Fecha: 17/01/2019, Categorías: Dominación BDSM Autor: fernandete, Fuente: CuentoRelatos

    ... llegado comenzó a lamer mis muslos, recogiendo con su boca los restos de semen hasta que al último ubicó su lengua ¡dentro de mi ano! Eso me calentó como no tienen una idea, me puse a mamar con más fuerza y ahínco el tronco que tenía en mi boca. Luego de literalmente limpiarme el culo con su lengua, la bajó para trabajarme el coñito. Un aghhhh ahogado salió de mi boca, ansiaba algo de diversión en ese agujero desde hacía rato. Lamió toda mi conchita con lengüetazos lentos desde mi clítoris, pasando por mis labios y hasta toparse de nuevo con mi dilatado ano. Repitió esos movimientos varias veces, en cada repetición mi vagina se mojaba más y más. Después introdujo dos dedos en mi vagina, frenéticamente los sambutió y meneó en círculos dentro, casi me hizo terminar. Unos momentos después cesó de lamerme y sentí la cabeza de su pene entrado por mi húmeda rajita. Fue entrando sin mucha resistencia, el pepino que tuve dentro esa tarde había dejado el camino más que espacioso jejeje. Comenzó con sus estocadas y se aferró a mi cintura para follarme con fuerza, más en ningún momento solté de mi boca aquella verga devoraba al otro hombre. - “Jajajaja ahora tienes dos pollas para ti sola esclava. Eres más puta de lo que imaginé. ¿Te gusta cómo te follamos?” -me preguntó el primer sujeto. - “Me encanta que hagan de mi lo que les plazca, soy su puta esclava” -le contesté. - “Como has sido buena esclava me correré en tu cara. No dejes de mamar mi estaca zorra” -me advirtió. El ...
    ... compañero al escuchar esto aceleró sus embates, me follaba a una velocidad increíble. Mis gemidos anunciaron a mi amo que mi orgasmo estaba en puerta, que en cualquier momento me correría. Al notarlo me jaló de los cabellos para retirar mi boca de su pija. - “¿Qué haces esclava? ¿Acaso te he dado permiso de correrte? ¿Pensabas terminar sin mi autorización?” -me reclamó dándome nuevamente una leve bofetada en mi rostro. Hizo que su compañero se detuviera, le pidió que ya no me follara más. Me jaló de la cadena, me puso de rodillas y comenzó a deslecharse abundantemente sobre mi cara. - “Ahora si esclava, te doy permiso que te corras con la pija de mi compañero. Me retiro, tuve suficiente por hoy. Te la dejo para que la sigas follando, haz con ella lo que quieras.” -comentó. Así sin más se vistió y se marchó, sin siquiera conocer su rostro. El relevo me levantó, me quitó el collar y la cadena, mas no me removió las esposas ni el antifaz. Se sentó en el sillón y me jaló hacia él para que lo montara. Me ensarté su erecto pene de un sentón y comencé a cabalgarlo como loca. No tardé ni cinco minutos en correrme entre convulsiones y espasmos. Mi coñito palpitaba y contraje mis músculos vaginales para apretarle con más fuerza la pija, cosa que me produjo más placer en el momento del clímax. El tipo no pudo más y también terminó corriéndose dentro con chorros espesos y violentos. Nos quedamos unidos por unos instantes, luego me removió las esposas y finalmente el antifaz. Cuando mis ojos se ...
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