1. Pollito es feo...


    Fecha: 17/01/2019, Categorías: Gays Autor: Eventualmente_Sexual, Fuente: SexoSinTabues

    ... ingle. Saborea las bolas, y coge el ritmo de una mamada sincronizada. Un chorro caliente y espeso, todo lo traga, hasta dejarla limpiecita. Después que lo dejan tirado en el monte, ni un “gracias” le dan por su labor de dar una mamada. Un merengue ochentero, tan popular de la época, sonaba esa noche. La abuela duerme, con el hambre gruñendo en las tripas, también así lo hace Pollito. Pero Roberto no, este que había llegado temprano, todo borracho, ahora despierta, y siente a Pollito a su lado. Tanteó por las piernas, y llega al trasero del muchacho, aprieta y piensa << Ya Pollito quiere que le dé verga >>. Como Pollito estaba de cucharita, este se pone de lado, y sacando su verga, se coloca en el trasero y le baja el short, para ahora ponerla en la raja pelada. Pollito despierta, tampoco es que estaba muy dormido. No era tampoco lo que buscaba, pero al sentir el falo erecto de su tío, este sintió un escalofrío. Se deja hacer, siente la presión en su upite, luego el clavo da en el atino. Duele pero ya se lo aguanta. Él tío le sube una pierna, y se encaja mucho mejor entre las piernas de Pollito, se la mete más al fondo y comienza un mete y saca, bastante calladito. Lo prensa hasta el fondo, y llenado su hueco anal de leche, hasta no exprimirse completo, Roberto no lo saca. Una vez terminado, deja a Pollito otra vez vejado. A los 17 años ya era bastante afeminado, y Pollito tiene un tumbao al caminar. Se abre todo como una tijera, sus pies dan asco, pero el culo no. A pesar ...
    ... de ser piel canela, su upite es rosado, lampiño y aseado, justo lo que gusta a Augusto —el marido de la chismosa Zoraida—. En la misma casa de la chismosa, todo pasa. Casualidad que Augusto esta solo en casa, y la oportunidad se aprovecha. Pollito está abierto como tijera, acostado en una mesa. Solo la camisa tiene puesta, y el pantalón de Augusto cae en la tierra. Un tipo de 48 años, mulato y rasgos gruesos, barriga prominente, y una verga tiesa a igual que un palo grueso. Apunta al huequito que tanto morbosa, ha escupido, y penetra suave. Pollito siente cada centímetro, hace sus muecas de toda hembra disfrutando del acto. Lo penetra profundo, hasta chocar sus huevos, lo prensa, y los ojos de Augusto, son como par de huevos fritos. Golpea de nuevo con su pelvis, y todo se lo hecha adentro… ¡Bastante leche! ¡Demasiado caliente! ¡Demasiado! Nadie ha conocido a Pollito, y más todos saben de él. Es feo “un feo con ganas” — ¿Y quién se apiada de él? — si tan solo el horror es quien ha acompañado a él. Los monstruos que dañaron, justifican con susurros silenciados, miradas esquivas, cómplices que ahora señalan. ¿No es acaso culpa de las maricas, por ser maricas? Pollito es feo, pero a todos los hombres del barrio se los ha echado él… o todos esos hombres hicieron algo con él. ¡De verdad que Pollito es feo! Feo por ser pobre y por ser marica. Aun así, a Cesar le encanta ese culo, también a Williams, a Cristian, a Goyo, a Yorvit, a Luis. Y… a mí. Bajamos en la noche por el puente. ...