1. Una mujer enfurecida


    Fecha: 20/01/2019, Categorías: Hetero Autor: Manteufel, Fuente: CuentoRelatos

    ... llevar bragas, debían ser diminutas en todo caso. Que rostro, que melena... Reclinada, parecía una imagen de poster central de playboy. Sintió como las palabras se le atascaban en la garganta. Sonia disfrutó con el efecto que su imagen tenía en aquel policía. La carretera solitaria en la noche, la luna en lo alto del cielo. "¿He hecho algo malo, señor agente?". Una mirada cómplice de Sonia, recorriendo el cuerpo del policía de arriba a abajo, deteniéndose en la ingle. "¿Acaso va usted a detenerme?". El pobre hombre no se lo podía creer, debía ser algo de la tele o así, pero no podía haber ningún equipo de apoyo cerca. De todos modos no pensaba coherentemente. Era un hombre en la flor de la vida, soltero y necesitado de compañía femenina. "Este pedazo de zorra no lleva sujetador, Dios mío". Sonia asomó brevemente la puntita de su lengua por entre sus pintados labios. El policía estaba al borde de la apoplejía, y no se sabrá nunca lo que podría haber pasado, ya que una llamada de radio requirió la presencia del agente en un accidente en el centro urbano, donde un coche había quedado cruzado en la calzada, creando un caos de tráfico. "Dis...disculpe señorita. Tenga m, más cuidado la próxima vez... se lo ruego". Sonia se sentía algo defraudada, aunque las oportunidades no iban a faltarle y lo sabía. "Agente, ¿acaso no va a esposarme?". El hombre estuvo tentado de mandarlo todo al garete y perderse con ese bombón salido del infierno, pero su profesionalismo se lo impidió. Eso a ...
    ... Sonia no le causó sensación de fracaso, apreciaba los esfuerzos que su víctima estaba haciendo para sobreponerse. Pero ni un Santo podía con Sonia desatada. "Señorita, el deber me llama, pero si quiere esperar, o podemos quedar en otro sitio...estaré más que encantado de ponerme a su servicio". Sonia maulló complacida. "No va a poder ser cariño, el cuerpo me pide marcha AHORA". El agente comenzó a sentirse fuera de sí, perdía su oportunidad. "Escucha, ahora se debe estar montando un atasco de puta madre, debo irme... pero si me esperas te haré de todo, nena, déjame ser tu esclavo, o lo que sea que busques... porque así vestida y en ese plan te vas a meter en un buen lio. Yo puedo darte lo que buscas...". La emisora repitió su ruego de auxilio. "Lo que ocurre, cariño, es que como bien has dicho, busco meterme algo en el cuerpo. Ve, te esperan. Pero como has sido tan amable, te daré algo para que me recuerdes...". Y diciendo esto, se alzó la camiseta, de modo que su busto quedó al aire, ante la atónita mirada del hombre. Un pecho terso y firme, de suave piel blanca y aureolas sonrosadas. Sonia echó hacia atrás la cabeza, mientras la tela del pantalón del sufrido agente se estiraba ante las necesidades de espacio de su pene. Las manos de Sonia tomaron sus pechos por la base, alzándolos para deleite del policía. O para su tortura, ya que la radio, enfurecido el tono, requería el recibido del número de la Guardia Civil. Sonia se despidió de él con un beso, y retomó su marcha. El ...